Mercosur acordó implementar medidas para no aceptar buques con bandera de las Malvinas

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner señaló que «Malvinas no es una causa argentina, sino una causa global», al asumir la presidencia pro témpore del Mercosur en Montevideo. Cristina agradeció el apoyo de los países del Mercosur en la causa Malvinas, señalando que «se llevan nuestros recursos pesqueros, pero cuando quieran más los van a ir a buscar como sea y dónde sea. La Cumbre de Jefes y Jefas de Estado del Mecosur acordó implementar «todas las medidas susceptibles de ser reglamentadas para impedir el «ingreso a sus puertos de los buques que enarbolen la bandera ilegal de las Islas Malvinas».

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La Presidenta agregó que «son más castigados los derechos humanos de los países que tienen riquezas que los pobres, por eso hay que mirar al mundo con inteligencia».

«Tenemos que tener una vision que vaya más alla de lo comercial, debemos apoyarnos regionalmente para saber que todos tenemos que protegernos», destacó.

La Presidenta recordó en la reunión del Mercosur que «se cumplen diez años donde más de 35 argentinos morían» en la Argentina en relación a la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001.

«Nunca imaginé que iba a cambiar tanto mi vida y el mundo» y agregó que «hoy hablamos muchos de economía, pero en definitiva todo reside en la política y en la voluntad para hacer las cosas».

Por su parte el presidente de Uruguay fundamentó la negativa de Uruguay al ingreso de los buques de bandera de las Islas Malvinas en sus puertos, destacando que «el principio de solidaridad continental, con raíces históricas, es uno de los más importantes» que «cimientan» la política exterior de ese país.

Estos principios están contenidos en una carta firmada por el propio Mujica, publicada en el portal de Presidencia, mientras comenzaba la XLII Cumbre de Presidentes del Mercosur, que se desarrolla en Montevideo.

«En UNASUR y Mercosur reiteradamente hemos apoyado las reivindicaciones de Argentina en cuanto al archipiélago de las Malvinas. Ello implica por el momento considerar de hecho a ese territorio como una posición colonial inglesa en nuestra América, y en consecuencia, no puede reconocerse su bandera», expresó Mujica.

El primer mandatario precisó que «Uruguay permite recalar en sus puertos a naves inglesas o con cualquier otra bandera reconocida por las Naciones Unidas cuyo destino puede ser Islas Malvinas».

«No autoriza, en cambio -continuó-, recalar naves militares inglesas con destino Malvinas y esto lo hace por razones de solidaridad libérrima con Argentina».

Asimismo, el gobierno uruguayo aclaró que «no compartirá nunca la idea de bloqueo marítimo o económico a los pobladores de Malvinas porque entiende que ello es nocivo, violatorio de derechos humanos y contrario a crear condiciones de negociación pacífica, único camino para saldar este diferendo histórico».

Mujica también fundamentó que estos «principios» no deberían considerarse aislados de los «intereses económicos y geopolíticos» y resalta la importancia del vínculo económico con la Argentina.

El presidente afirma que «el turismo argentino aporta unos 1.500 millones de dólares anuales. La inversión inmobiliaria es cuantiosa, la más importante de la inversión extranjera y un acicate para la industria de la construcción. La inversión agrícola significó la revolución de los granos y de la siembra directa, hoy primer renglón de exportación. El intercambio comercial crece a pesar de los obstáculos y supone venta de valor agregado. El país pierde 800 millones de dólares anualmente, pero los recupera largamente con los servicios», ahondó.

«La historia política del Uruguay enseña que cada vez que las relaciones con Argentina se agriaron, la economía y el trabajo se perjudicaron enormemente».

En este sentido, recordó los desencuentros entre los países en «los conflictos con Perón. Recordemos las negociaciones por el Tratado del Río de la Plata. Recordemos el costo para Uruguay del puente cerrado».

«Para pegarle al gobierno, se siembra pasión antiargentina, chovinista; va, en los hechos, contra los más evidentes intereses de nuestra economía y contra el trabajo de miles de uruguayos», consideró.

«El gobierno no vende soberanía, resuelve a favor del turismo, del trabajo, de la construcción, del comercio bilateral, de la producción nacional, de la logística. El gobierno también piensa en miles y miles de compatriotas que viven sin discriminación en la República Argentina».

Por último, «no tenemos nada contra Inglaterra, tenemos sí mucho a favor de nuestros vecinos y sobre todo de nuestro pueblo trabajador», sostuvo, antes de firmar la carta que publicó el portal oficial.