La perforadora Strata 950 llegó el lunes a los primeros cien metros de excavación de los 700 necesarios para poder rescatar a los 33 trabajadores atrapados en la mina San José, que continúan en buen estado físico y psicológico.
La segunda máquina instalada el domingo, la T-13, «registró dos fallas en un cable de conexión en el izamiento de barras, aunque se pondrá nuevamente en funcionamiento y seguirá avanzando según lo planificado», informó este a la prensa uno de los técnicos a cargo del rescate, René Aguilar.Tras los análisis médicos de rutina que le practican a diario a los trabajadores atrapados desde el 5 de agosto, se supo que «están muy bien físicamente y psicológicamente», y que siguen de cerca los movimientos de rescate.
En cuanto a los posibles desmoronamientos, Aguilar explicó que estos inconvenientes «siempre están presentes».
«Nosotros hacemos un mapeo del pozo con una videocámara que nos permite analizar su condición, y en caso de encontrar grietas que provoquen alguna filtración de agua se cementa, esperamos que frague y se continúan las tareas», explicó.
Aguilar contó que los mineros están tranquilos y «más que alegría tienen la satisfacción de saber que estamos avanzando porque están informados de las técnicas que decidimos utilizar y escuchan los sondeos».
Esta mañana, el ministro de Minería chileno, Laurence Golborne, encabezó una reunión con una veintena de técnicos para coordinar las tareas a seguir con estas dos perforadoras que trabajan en paralelo, mientras que una tercera comenzará a instalarse pasado mañana.
«Tenemos que estar preparados, no solo para la fase de perforación sino para la fase de rescate, porque debemos ensamblar unos doscientos tubos para lo cual se requerirán grandes grúas y espacios», dijo el ministro.
El objetivo una vez puestos en marcha los tres planes de acción será armar un sistema de casing (encamisamiento o enjaulado) que se adapte a las distintas opciones para poder sacar a los 33 hombres de a uno por vez.
«No podemos llegar a tener el ducto listo y recién ahí planificar el caising, sino que tenemos que tener todo listo antes», informó Golborne.
Para ello, ya se están revisando dos alternativas: un ducto de acero y otro en PVC endurecido, alternativa que sería más rápida de instalar y de menor costo pero con la desventaja de una posible deformación y los efectos del roce.
La Strata 950 (que se conoce como «Plan A») consiste en perforar un tiro piloto en forma descendente que luego se ensancha y que esta tarde llegará a los cien metros.
Por su parte, la T-130 (que se conoce como «Plan B») es un equipo montado sobre un camión con neumáticos que se usa generalmente en sondeos de exploración profunda de pozos de agua y que puede alcanzar los mil metros de profundidad.
A estas dos alternativas se les sumará el miércoles la llegada de una sonda petrolera (el llamado «Plan C») que es un equipo montado sobre orugas de gran envergadura, ya que su torre mide 45 metros de alto y se usa en la exploración de petróleo.
«Hemos asignado responsabilidades claras a cada uno de los técnicos para el seguimiento de las tres maquinarias y a la vez establecer las condiciones y dimensiones de la jaula», señaló Golborne.