El candidato a presidente del Frente Amplio Progresita (FAP), Hermes Binner, dijo que las diferencias con el radicalismo «son como la fiebre», porque «al final, siempre pasa», y advirtió que su espacio «prefiere pensar en los temas concretos que le importan a la gente». «Me parece que son temas que no le interesan a la gente; son como la fiebre, que siempre pasa», señaló Binner en una entrevista con Télam, y en respuesta a los dichos de su competidor de Unión, Ricardo Alfonsín, quien puso en duda la «vocación de ganar» del socialismo en octubre.
En una oficina del microcentro porteño y escoltado por una foto de Alfredo Palacios, Binner subrayó no compartir «para nada» la expresión de Alfonsín, y argumentó que su espacio «prefiere pensar en los temas concretos que le importan a la ciudadanía».
«Hay puntos de vista y opiniones, por eso estamos en partidos distintos, pero de ahí a generar una tormenta alrededor de esto, no se corresponde con la realidad y lo más importante es que a la gente no le importa», insistió, al tiempo que descartó futuros cortocircuitos en la fórmula de gobierno de Santa Fe, integrada por el socialista Antonio Bonfatti y el radical Jorge Henn.
En los últimos días, el radicalismo santafesino expresó su malestar cuando trascendió que Binner -en un encuentro socialista- había declarado que «el siglo XXI es del socialismo» y que «los demás partidos son del siglo pasado».
«Ya se les va a pasar», respondió Binner, consultado sobre advertencias formuladas desde la UCR santafesina en cuanto a que el Frente Progresista ya no podía seguir sometido a «manejos hegemónicos del socialismo en el gobierno provincial».
«¿Por qué gobernaríamos Santa Fe sin el radicalismo?», insistió, y aseguró: «De nuestra parte, no va a haber problemas. Si no los hubo hasta ahora no veo por qué eso podría cambiar».
En otro orden, Binner puso como valor de su estrategia electoral que el frente «le dice la verdad a la gente», y que su discurso apunta a remarcar la «necesidad de mejorar la política en el país, dado que «la economía tiene un buen pasar».
«La política es la que genera grandes dificultades para la integración de los ciudadanos; el no reconocimiento del federalismo es un hecho grave porque se está desperdiciando el saber de los pueblos y de las gobernaciones alrededor de las necesidades de la gente», expresó.
Durante la entrevista, Binner insistió en definir su tono como «conciliador» y su discurso como «propositivo», con lo que -dio a entender- mantendrá distancia de cualquier confrontación directa con el resto de los postulantes presidenciales opositores.
En esa línea, defendió la actitud «autónoma» del FAP, tanto para «apoyar o disentir» con respecto a las propuestas del Gobierno, como para manejarse en forma «independiente» en el Congreso nacional.
Como ejemplo, dijo que «en líneas generales» le parecía «bien» el Plan Agroalimentario presentado esta semana por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y que, en Santa Fe, funciona un esquema similar desde abril de 2008.
Por el contrario, opinó que «aprobar un Presupuesto por sí o por no, a libro cerrado, es un deterioro de la democracia» y anticipó que el FAP en el Congreso podría «acompañar en general» esa ley y plantear, si las hubiera, sus disidencias con «aquellos artículos con los cuales discrepe».
Binner aseguró estar dispuesto a debatir «con todos y cualquiera» de sus contrincantes en la carrera presidencial y manifestó que, de concretarse ese encuentro, su presentación estará «basada en el programa y en las propuestas».
El gobernador socialista de Santa Fe esquivó además hacer cualquier tipo de proyección para octubre; dijo no tener «parámetros» para estimar porcentajes suyos y de los otros postulantes, y estimó que la elección «no es matemática».
«Lo que sí sabemos es que nosotros vamos a seguir por el mismo camino, pensando que si en cinco semanas logramos más de dos millones de votos hay una primera lectura que dice que un sector de la población no tenía representación política», declaró.
Además, descartó encargar encuestas, «porque son muy caras», y afirmó que su única estrategia pasa por «querer ser gobierno, tener equipo y propuestas» y, si no llega en el 2011, aseguró que «seguirá trabajando», aunque una vez más evitó afirmar si será candidato a presidente en el 2015.