La Cancillería denuncia un nuevo avance británico en la militarización del Atlántico Sur

La Cancillería argentina denunció que Gran Bretaña profundizó la militarización del Atlántico Sur, con el envío de miembros de la Comisión de Defensa del Parlamento británico, a la vez que exigió que Londres informe de la presencia de un submarino nuclear en las islas Malvinas. «Luego del envío de un destructor, un submarino nuclear y el arribo en uniforme militar del Príncipe Heredero (William), ha sido anunciada la llegada de miembros de la Comisión de Defensa del Parlamento de Gran Bretaña a las islas Malvinas por primera vez en más de una década», indica un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.

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El texto afirma que «la presencia de parlamentarios británicos dedicados a temas militares es una ratificación de las prioridades de dicho país», y considera que de este modo se «corroboran las denuncias realizadas por la República Argentina ante las máximas autoridades de las Naciones Unidas sobre la militarización del Atlántico Sur por parte de una potencia extraregional».

La Cancillería alude en su comunicado a la presentación realizada ante el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), tras la cual el presidente de este último organismo, Nassir Abdulaziz Al-Nasser, ofreció interceder para facilitar el diálogo entre las partes, lo que fue inmediatamente aceptado por la Argentina.

El Ministerio de Relaciones Exteriores considera que con la militarización de las islas se logra el objetivo de garantizar «la explotación de los recursos naturales del Atlántico Sur que pertenecen al pueblo argentino».

«Las islas Malvinas han sido transformadas por el Reino Unido en una pieza clave de un sistema de bases militares a miles de kilómetros de Londres para el control del Atlántico Sur, los accesos interoceánicos y la proyección a la Antártida», sostiene el texto difundido este miércoles.

En el escrito se exige que Gran Bretaña «informe sobre la presencia de un submarino nuclear en una zona libre de armas nucleares» y recuerda «que en 2003 Gran Bretaña debió reconocer que años antes había introducido armamento nuclear en el Atlántico Sur».

Argentina denuncia estos hechos como «una nueva violación del Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe».

La Cancillería anticipa que «continuará informando a las Naciones Unidas cada uno de los actos del Reino Unido tendientes a escalar el conflicto y militarizar aguas que para los países de la región constituyen una zona de paz».

Finalmente, el gobierno argentino realiza públicamente «un nuevo llamado al Reino Unido a entablar negociaciones para alcanzar una solución pacífica a la Cuestión de las Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes».