La AFIP quiere bancarizar a todos los comercios y hay resistencia en Posadas

El 75% de los comercios de Posadas no reciben tarjeta de crédito o débito. El dato proviene de la Cámara de Comercio de Posadas. Sobre 10 mil comercios abiertos hay 2500 clientes de posnet. Mario Ortigoza, titular de esa organización, dijo que hoy pidieron a las dos distribuidoras de este sistema que bajen los costos de operación ($180 por mes). No obstante, para Ortigoza, «será muy difícil la bancarización porque la mayoría de los comercios no están bancarizados. Hay que pensar que será perjudicado nuevamente el consumidor», sostuvo.

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En cuanto a los comerciantes marcó que tendrán el costo de la apertura de la cuenta corriente, el mantenimiento mensual y pagar el impuesto al cheque.

Según dijo, «los comerciantes ya le manifestaron su queja por la medida».

Los comercios estarán obligados a aceptar que sus clientes paguen con tarjetas de débito y crédito. Así lo dispondrá la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), en una medida que busca disminuir el uso del efectivo en la economía y de esta forma combatir la evasión. Por supuesto, el público que quiera comprar «cash» no tendrá problemas para hacerlo.
Fuentes oficiales dieron algunas precisiones de cómo se aplicará la medida, que representa un cambio en los usos y costumbres de los argentinos, habituados a utilizar el efectivo. La obligación de aceptar tarjeta y otros medios electrónicos de pago regirá exclusivamente para los comercios que sean responsables inscriptos, es decir que están adheridos al régimen general de IVA y Ganancias. Quedan afuera, por ende, los pequeños comercios que están inscriptos en el Monotributo. También podrían determinarse excepciones en casos particulares en los que resulte complicado reemplazar el efectivo.

Se dará, además, un tiempo para que los comercios que aún no la usan incorporen las POS, es decir, las máquinas que permiten la lectura de la banda magnética de las tarjetas. «Es obvio que no se pedirá que incorporen esta tecnología de un día para el otro, sino que habrá un plazo de adaptación», indicaron tanto desde el BCRA como desde la AFIP. Ayer mantuvieron reuniones en el Central, la titular de la institución, Mercedes Marcó del Pont, y el de la AFIP, Ricardo Echegaray, para definir los detalles del plan.

Técnicos de la AFIP comenzaron a redactar la resolución, que estaría lista en las próximas horas. Aunque restan detalles de ésta, ya se conoce que el nombre tentativo es «Formalización fiscal para la venta al consumidor final».

Aunque los comercios medianos y grandes de todo el país tendrán la obligación de aceptar tarjeta, el consumidor puede optar entre pagar «cash» o hacerlo con plásticos. «Se trata de una medida de lo más razonable para combatir la evasión y blanquear las operaciones comerciales, donde aún se maneja mucho dinero en negro», explicaron desde la AFIP.

La medida también resulta fundamental para promover la bancarización, es decir, alentar al público a utilizar tarjetas en vez de echar mano al efectivo.

La última «crisis» derivada de la falta de billetes en los cajeros generó un fuerte aumento en el uso de medios electrónicos, en particular la tarjeta de débito, que además sigue gozando de un reintegro de algo más de 4% del IVA.

En las últimas jornadas hubo reuniones preliminares de técnicos de la AFIP y el Central con distintas cámaras comerciales, por ejemplo, la de Turismo y la de Transporte, para ir adelantando el plan para disminuir el uso de efectivo. Los restoranes, por ejemplo, son uno de los «target» elegidos, ya que es uno de los rubros que más opera en negro. También el sector textil es uno de los que entra en la mira.

Desde el punto de vista geográfico hay, por cierto, fuertes diferencias. El uso de la tarjeta es muy extendido en la zona metropolitana, pero no tanto en el interior del país, donde el grado de bancarización es mucho menor. «La norma en el interior es muy distinta a lo que sucede en la Capital, porque el medio principal de pago es el efectivo y no la tarjeta, a pesar de que muchas veces resulta incluso más complicado conseguir billetes», razonan en el Central.