Por primera vez, un gobernador de Misiones recibió como atributo la réplica de la lanza del general guaraní, Andrés Guacurarí, defensor de las misiones ante los embates de los invasores en los primeros años de la Argentina.
Hugo Passalacqua alzó la lanza que simboliza el bastón de mando del cacique convertido en prócer, como símbolo de la defensa de los intereses misioneros y así juró en la Cámara de Diputados.
La ceremonia de traspaso de mando fue emocionante, con la bendición de los caciques guaraníes y su ceremonia Pitangua, que bendice el nacimiento, en este caso, del nuevo Gobierno. Fuera, en la plaza seca de la Legislatura, otro grupo de guaraníes bailaban el rito Tangará, que se utiliza cuando una comunidad recibe visita de otra aldea. La música sale de la caja de resonancia que es el propio suelo, sobre cuya superficie las mujeres golpetean, marcando la pulsación básica de las danzas rituales.
En un hecho hostórico; Todos juntos
Passalacqua, Oscar Herrera Ahuad y el saliente Maurice Closs ingresaron juntos a la Legislatura, donde fueron recibidos por el presidente, Carlos Rovira, marcando un hecho inédito: por primera vez en la historia conviven en un mismo recinto tres gobernadores consecutivos del mismo color político.