Ganó el clásico y ahora a soñar en el campeonato

San Lorenzo venció 1-0 a Huracán en el clásico jugado en el Nuevo Gasómetro por la 12ª fecha del torneo de Primera División y sigue siendo uno de los líderes de la Zona 1. Nicolás Blandi marcó el tanto en el complemento y Néstor Ortigoza falló un penal que permitió que el cierre del encuentro fuera a pura emoción.

El Globo había arrancado mucho mejor. Concentrado para esperar en su campo y salir de contra, Mariano González tuvo el gol en dos ocasiones en apenas un cuarto de hora. De hecho, en el segundo de sus casi perfectos remates no quedó claro si la pelota traspasó la línea de gol o no.

Pero pasado el envión del inicio, San Lorenzo emparejó las acciones y tomó las riendas del partido. La ambición del Ciclón chocó contra sus propias limitaciones, esas que a veces lo hacen confundir velocidad con apuro. Y en eso, Ortigoza sintió la ausencia de su socio predilecto, Fernando Belluschi.

De todos modos, en la segunda parte, el volante de la Selección de Paraguay inventó una jugada genial para habilitar a Pablo Barrientos, quien de aire la cruzó al medio para que Federico Mancinelli se la llevara por adelante y se la dejara servida a Blandi, quien solo tuvo que empujarla para desatar la algarabía en el Bajo Flores.

El Globo reaccionó, pero empezó a dejar demasiados espacios en defensa. Y en una de las que el Ciclón se aproximó al área, Mauro Bogado cortó un pase con la mano y Baliño acertó al cobrar penal. Ortigoza, el inefable Ortigoza esta vez falló. Su remate se estrelló en el travesaño y le dio una vida más a los de Eduardo Domínguez.

Con todo al ataque fue Huracán, que llenó el área de Sebastián Torrico de centros. En uno de ellos, Ramón Ábila peleó la pelota arriba con Matías Caruzzo, le ganó la posición y el defensor lo golpeó de atrás. Sin embargo, esta vez Baliño no pitó falta y la gente del Globo se infló de ira.

En un final vibrante, San Lorenzo pudo aguantar la victoria y, al mismo tiempo, la cima de la Zona 1 del campeonato. El triunfo le permite dejar definitivamente atrás el mal trago de la Copa Libertadores y enfocarse de lleno en buscar el título local. Para el Globo fue una caída que lo deja lejos de la pelea, pero, ya con holgura en la tabla de los promedios, le permite poner la cabeza en seguir haciendo historia en la Copa.