Por primera vez, el Sumo Pontífice se refirió a uno de los temas más sensibles de la Iglesia Católica. Sus otras señales. Fue en una misa dominical en la Plaza San Pedro, durante la jornada que conmemora a los Niños Víctimas de Violencia, el lugar elegido por Francisco para pronunciarse públicamente sobre el tema que más afecta la imagen de la Iglesia Católica: la pedofilia. El Sumo Pontífice pidió «claridad y valentía» para luchar contra los abusadores.
«Quisiera asegurarle a las personas víctimas de abusos que están presentes en mis oraciones, pero quisiera también subrayar con fuerza que debemos comprometernos todos para que todas las personas, y en particular los niños, que son uno de los grupos más vulnerables, sean siempre protegidos y defendidos», dijo Francisco, en duras palabras, aunque no hizo alusión directa a la curia.
El Pontífice aprovechó la ocasión para enviarle «un saludo especial a la asociación Meter», una ONG religiosa que lucha desde hace más de 20 años contra todo tipo de abuso, incluido el sexual, cometido contra niños.
Hace un mes, el papa Francisco instó a luchar «con determinación» contra los curas pedófilos y confirmó la línea de rigor adoptada por su predecesor Benedicto XVI contra uno de los escándalos que más han desacreditado a la Iglesia. Sin embargo, esta es la primera vez que se refiere abiertamente a esta problemática.
El pedido de Francisco fue hecho al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, monseñor Gerhard Muller, encargado de tales denuncias. «El Santo Padre recomendó en particular que se continúe con la línea de su predecesor Benedicto XVI de actuar con determinación en los casos de abusos sexuales», había informado el Vaticano en un comunicado. En ese entonces impulsó un plan de «tolerancia cero» contra los curas pedófilos.
Pero su primera señal la dio apenas unos horas después de haber sido designado por el Espíritu Santo cuando le dijo a sus colaboradores que «no quiere ver cerca» al cardenal Bernard Law, acusado de haber encubierto a curas pederastas entre 1984 y 2002 mientras era arzobispo de Boston, en Estados Unidos.