Estudiantes chilenos adelantaron el rechazo a la propuesta del gobierno

Los estudiantes universitarios chilenos adelantaron que rechazarán la propuesta del gobierno de Sebastián Piñera para intentar destrabar el conflicto en el sector de la educación, posición que se suma al que manifestaron los profesores en el mismo sentido. La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que reúne a las agrupaciones de alumnos de las universidades tradicionales, analizaba esta tarde en Talca, luego de realizarse asambleas de base en todas sus altas casas de estudios, la respuesta a la propuesta entregada el lunes por el ministro de Educación, Felipe Bulnes, que se descontaba iba a ser desechada por «inconducente», según reportaron las agencias de noticias ANSA, DPA, Prensa Latina y los medios locales.

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Ayer, el Colegio de Profesores, otro de los interlocutores en el prolongado conflicto, había rechazado en una asamblea nacional la propuesta del Ejecutivo de conformar tres mesas de trabajo hasta el 30 de septiembre, al evaluar que no satisfacía las expectativas del claustro docente.

La agenda del Ejecutivo «deja en punto ciego para poder discutir en igualdad de condiciones los temas fundamentales como son fin al lucro, reforma constitucional y término del financiamiento compartido» y «no da garantía al no priorizar adecuadamente los temas», había señalado Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores al desechar la propuesta.

La respuesta de los alumnos universitarios fue adelantada esta mañana por la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), Camila Vallejo, quien informó que la mayoría de los estudiantes estaba rechazando la oferta de las autoridades y agregó que «así como está, la propuesta no será aceptada».

«Se nos está invitando a lanzarnos a una piscina que no tiene agua», advirtió Vallejo, quien calificó al Ejecutivo de «intransigente» y acusó a «ciertos sectores» del Ejecutivo de considerar el lucro y la ganancia en la educación como «casi una religión con la cual no van a ceder jamás y eso es preocupante».

«Sentimos que la intención del Gobierno es llamarnos a una mesa de trabajo para legitimarse como los que van a resolver el conflicto, pero postergando los temas que realmente son estructurales para el final, para que la mesa no llegue a acuerdo y quedemos validando un espacio que no va a ser conducente», señaló la dirigente.

Los líderes estudiantiles, que movilizaron a cientos de miles de personas las últimas semanas en todo el país, están dispuestos a aceptar un piso para destrabar el conflicto, mientras que ayer los profesores anunciaron que buscarán consenso con los alumnos universitario para elaborar una contrapropuesta.

«Sería positivo que al menos 60 por ciento de los estudiantes más pobres puedan estudiar becados, que se eleve el financiamiento a las universidades públicas y se acabe con el lucro en la educación», sostuvo hoy el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, Camilo Ballesteros.

El gobierno, después de cinco propuestas, acepta otorgar becas sólo a 40 por ciento de los estudiantes más pobres y rechaza eliminar el lucro en todo el sistema escolar.

En tanto, el ministro vocero, Andrés Chadwick, reafirmó la postura del gobierno de que «no puede haber educación gratuita para todos» e insistió en que se harán esfuerzos para que 40 por ciento de las familias más vulnerables obtengan becas que «impliquen o signifiquen lo más cercano a la gratuidad».

«La gratuidad produce una hiperdemanda por la educación superior; por consiguiente, normalmente la gratuidad esconde en alguna parte una trampa; claro, entran todos gratis, pero: ¿cuántos salen? Los egresos son bajísimos», concluyó.

Pero las demandas de los estudiantes involucran, además, cambios en el nivel secundario, como la desmunicipalización de las escuelas, que el gobierno acepta pasar a una jurisdicción intermedia pero sin federalizar el sistema como buscan los alumnos de los liceos.

La falta de respuesta a estos reclamos llevó a un grupo de unos 30 adolescentes de varios liceos a una huelga de hambre que ya lleva 51 días.

Piñera apeló hoy a los actores del nivel medio, especialmente los padres de los alumnos, para que levanten el paro en las escuelas y no pierdan el año lectivo.

«Si algunos quieren perder su año escolar lo vamos a sentir, profundamente, porque nuestro gobierno ha hecho todo lo que estaba a su alcance para que todos los niños tuvieran la oportunidad de poder salvar su año».

El presidente lamentó la negativa del Colegio de Profesores y varias federaciones de estudiantes a participar en las tres mesas de diálogo para buscar una solución al conflicto.

«Desgraciadamente hemos visto en estos días que algunos se restan de esta mesa de diálogo; yo quiero decirles, con toda franqueza, que ése no es el camino, que el diálogo tiene que ser con buena voluntad», subrayó.

Piñera reafirmó que el Ejecutivo enviará al Congreso los proyectos de ley de la agenda educacional del Gobierno, algo que los estudiantes buscan desactivar como condición para avanzar el en diálogo.

En tanto, en el marco de una jornada de paro nacional del sector, las movilizaciones estudiantiles se retomaron hoy en el país, aunque dispersas en varias ciudades y sin manifestaciones convocadas en Santiago debido a la conmoción que generó el accidente aéreo en la isla Juan Fernández.

La propuesta del Ejecutivo, rechazada por docentes y estudiantes, fue consecuencia de un primer acercamiento que tuvieron el sábado la dirigencia del sector educativo con Bulnes y Piñera en La Moneda, luego de cuatro meses de conflicto, que llevó la imagen presidencial a pisos históricos, en el marco de otras protestas sociales.