El canciller Héctor Timerman se refirió a los casos de espionaje por parte de la inteligencia norteamericana sobre países latinoamericanos y aseguró: «Creemos que la respuesta debe ser regional». «Llama la atención la masividad del espionaje que lleva adelante Estados Unidos. Nosotros vamos a tomar una actitud de ser muy firmes pero dentro de una actitud regional», remarcó el ministro de Relaciones Exteriores en declaraciones a la prensa.
«Creemos que la respuesta debe ser regional porque la agresión ha sido hacia la región. No importa si un país fue espiado más que otro, Estados Unidos debe tener respeto hacia la soberanía», sostuvo.
«Estamos pidiendo que Estados Unidos de a conocer lo que llevó adelante en Latinoamérica» Además informó que desde Argentina «estamos pidiendo que Estados Unidos de a conocer lo que llevó adelante en Latinoamérica y que corrija los errores de llevar adelante ese plan de espionaje».
En referencia al episodio ocurrido la semana pasada cuando distintos países de Europa le negaron al avión que transportaba al presidente de Bolivia, Evo Morales, atravesar su espacio aéreo, Timerman afirmó: «La Argentina no va a dejar de exigir una respuesta por parte de los países Europeos que le impidieron y pusieron en peligro la vida del Presidente Evo Morales en una clara actitud neocolonista».
En ese contexto, Timerman también respondió sobre la actitud de una parte de la oposición que no se sumó a la condena de los países latinoamericanos a la actitud de los europeos.
«Lo único que hace es reafirmar lo que dijo la Presidenta, que es triste ver una oposición manteniendo el silencio, ante algo tan desolador como lo que ocurrió con Evo Morales», señaló.
Y concluyó: «Cuando trabajamos juntos somos mucho más fuertes y cumplimos con un sueño que es el sueño de la Nación Latinoamericana ¿Cuáles son los objetivos que tiene la oposición? Lo de Evo Morales (la actitud opositora frente a ese tema) es un típico caso de solidaridad norteamericana».
En tanto las autoridades de Estados Unidos negaron haber instalado una «base de espionaje» en Brasilia, como había informado la prensa brasileña y británica, mientras el gobierno de Brasil reconoció que el país es vulnerable desde el punto de vista informático.
En una audiencia pública en el Senado, el canciller brasileño, Antonio Patriota, afirmó que el embajador estadounidense en Brasilia, Thomas Shannon, negó que su país hubiera usado una base en Brasil o haber contado con el apoyo de empresas brasileñas para labores de espionaje, según publica la agencia EFE.
Shannon, que mostró «disposición al diálogo», «reconoció» que los servicios de espionaje estadounidenses, actuando desde su propio territorio, registraron «metadatos» de comunicaciones telefónicas y cibernéticas de ciudadanos brasileños, según Patriota.
Esos «metadatos» consisten en números de teléfono, fecha, horario y duración de las llamadas y el tráfico de correos electrónicos, pero no su contenido.
En tanto, el ministro de Defensa, Celso Amorim, dijo en la misma audiencia que las autoridades militares de Brasil tampoco tienen «indicios» de que Estados Unidos usara una base en el país.
Además, admitió que el sistema de defensa cibernético brasileño es vulnerable, al comentar las denuncias sobre espionaje realizado por las agencias de inteligencia de Estados Unidos denunciado por el ex espía Edward Snowden.
«No estamos ni siquiera en la adolescencia, sino en la infancia; existen vulnerabilidades y son muchas», dijo Amorim durante la audiencia en el Senado.
El ministro reconoció que Brasil tiene un cuarto del desarrollo en defensa informática del que tienen países desarrollados y lo comparó con Gran Bretaña.
«La vulnerabilidad de la defensa cibernética no es exclusiva del Brasil, sino que también lo declaró Estados Unidos; mi computadora, por ejemplo, si oprimo un botón será abierta en Microsoft y yo soy el ministro de Defensa», dijo Amorim, reprodujo la agencia ANSA.
A instancias de la presidenta Dilma Rousseff se creó un grupo de trabajo con representantes de siete ministerios, para analizar el caso de forma urgente y proponer medidas.
El análisis de este grupo de trabajo servirá para que el gobierno brasileño solicite «aclaraciones adicionales» a la administración estadounidense, según un comunicado difundido hoy por la Presidencia.
En forma paralela, la Policía Federal y la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) abrieron sendas investigaciones sobre el caso.
El domingo pasado se desató un escándalo después que el diario brasileño O Globo y el británico The Guardian publicaran datos aportados por el ex agente de inteligencia estadounidense Edward Snowden según los cuales Estados Unidos espió sistemáticamente a muchos países y Brasil es «el país más vigilado de América latina».
En esa línea, Rousseff también propondrá a sus colegas del Mercosur debatir sobre las acciones de espionaje de Estados Unidos en la cumbre que concretarán el viernes en Montevideo los jefes de Estado del bloque.