En medio de protestas, el Parlamento turco aprobó una intervención militar en Siria

Turquía continuó con sus ataques de artillería en respuesta a la muerte de cinco civiles turcos por el lanzamiento de proyectiles desde Siria, mientras en Ankara el Parlamento dio luz verde al Gobierno para utilizar la fuerza, en caso de ser necesaria. La legislatura turca se había reunido este jueves temprano y a puerta cerrada para debatir una petición del Gobierno del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, que solicitó una autorización formal para desarrollar operaciones militares en territorio sirio en nombre de la «seguridad nacional».

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«Las fuerzas armadas sirias han realizado agresiones en territorio turco bajo el nombre de operaciones militares a pesar de nuestras advertencias y de nuestros intentos diplomáticos desde el 20 de septiembre de 2012, situación que pone en riesgo y amenaza nuestra seguridad nacional», reza el texto de la petición gubernamental.

El texto de la moción presidencial fue aprobado con el voto favorable de 320 legisladores, contra 129 en contra, según informó el diario turco Hurriyet Daily, en su edición digital.

La constitución turca prevé que toda operación militar exterior debe ser autorizada previamente por el parlamento.

La decisión del Parlamento turco da luz verde a Erdogan para enviar sus tropas a Siria con una mayor independencia de sus aliados de la OTAN o de otros países de la región también opuestos al régimen de Damasco, como Arabia Saudita y Qatar.

En tanto, el ejército turco reanudó este jueves temprano sus ataques en suelo sirio, indicó una fuente de seguridad turca, un día después de la férrea respuesta lanzada ayer en los alrededores del puesto fronterizo sirio de Tall al Abyad, frente a Akcakale, en represalia al impacto de proyectiles sirios contra esta localidad turca.

El viceprimer ministro turco, Besir Atalay, señaló este jueves que el gobierno sirio «ha pedido perdón» a Turquía – a través de la ONU- por el ataque con mortero efectuado ayer contra el sureste del territorio turco, que causó la muerte de cinco civiles, y provocó la respuesta turca, informó la agencia española Europa Press.

«Siria ha reconocido que lo ha hecho y ha pedido perdón», declaró Atalay. «Hay dicho que no volverá a ocurrir algo parecido», prosiguió.

«Esto es bueno, la ONU ha ejercido de mediadora y ha contactado con Siria esta tarde», agregó Atalay, quien luego subrayó que la autorización parlamentaria «no es una moción para la guerra».

El incidente de este miércoles que desató el bombardeo ocurrió en la región de Akcakale, en el sureste de Turquía, cuando tres proyectiles de mortero cayeron en una aldea y causaron la muerte de cinco personas -cuatro niños y una mujer- y heridas a otras 13, según informaron medios de prensa turcos.

Al parecer, los proyectiles de mortero fueron disparados desde la ciudad siria de Tall al Abyad, en la que hay un puesto fronterizo que cayó en manos de insurgentes del grupo faccioso Ejército Libre de Siria hace unos diez días.

Desde entonces, los insurgentes, que quieren derrocar al presidente sirio, Bashar Al Assad, se enfrentan con las tropas del Ejército nacional por el control del puesto.