El director ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Oscar Thomas, reconoció que está en análisis la posibilidad de construir un segundo puente entre Misiones y Paraguay. Estaría ubicado en Candelaria y su principal objetivo sería canalizar el tráfico pesado, para evitar que los camiones del transporte internacional ingresen a Posadas. Estimó que en unos diez años estaría terminado.
«Ya nos queda corto el puente Posadas – Encarnación, tanto es así que estamos propugnando el rediseño de todo el centro de frontera, pero también ya estamos avizorando que en un futuro no muy lejano, no más de diez años eso quedará obsoleto y habría que segmentar el paso de la gente que vincula las ciudades, con la del transporte de carga», señaló el funcionario
Indicó que piensan en Candelaria como locación para el futuro puente porque está dentro de la región metropolitana que esa localidad comparte con Posadas y Garupá, pero a la vez está lo suficientemente alejada de Posadas como para descomprimir el tránsito en la capital provincial, al brindar una nueva alternativa para cruzar al Paraguay.
«El puente estaría en una zona que tiene más posibilidad de reorientar el tráfico de carga tanto los que vienen del sur como los que vienen del norte de la zona de Alto Paraná, como los que vienen del centro de Misiones vía las rutas desde Oberá y desde Corrientes por la ruta 105 y que quieran cruzar a Paraguay. Cruzando por Candelaria se evitarían todos los conglomerados urbanos que se están formando en Paraguay que involucra a Cambyretá, Encarnación y San Juan. Sería como una suerte de by pass como estamos haciendo de la ruta 12 a la Garita, entonces el tránsito se puede orientar por un lado a la ruta 1 o sino ir a la ruta sexta sin entrar a Encarnación y Cambyretá e irse hacia Asunción y Ciudad del Este», detalló.
La otra razón para elegir a Candelaria como lugar para erigir el puente tiene que ver con la forma del río. Ocurre que el Paraná tiene a esa altura, la mitad del ancho que tiene en Posadas, lo que permitiría llegar de Posadas a Paraguay con una obra de entre 1.000 y 1.200 metros, la mitad de lo que tiene el Roque González de Santa Cruz.
Consideró que el beneficio asociado de la infraestructura vial que se está planteando es ínfimo al lado del costo, observó, «el costo se paga solo», agregó.
Acá hay otra historia respecto a los costos, indicó Thomas para decir que «hoy día no tenemos todos los puentes que hace 30 años están prometiendo con Brasil y Paraguay por desidia y porque no hay interés de las Nación en ese sentido y porque no hay fuerte gestión desde la Provincia también, lo que ocurre siempre se declama pero nunca se gestiona, un puente de estos no supera los 50 millones de dólares», aseguró.
El director de la EBY no obstante reconoció que la Provincia por sí no puede hacer ese puente, porque «involucra a un paso fronterizo y a un montón de organismos nacionales, eso es parte de nuestra flaqueza que tenemos a la hora de crecer transversalmente, nuestro destino está más atado a lo que pasa en Paraguay y Brasil que lo que pasa a nivel nacional».
Thomas admitió que es un hecho que en poco tiempo se terminaría la autovía hasta San Ignacio, y que «el puente no lo haría Yacyretá, sino que lo propiciaría la Provincia con gestión de la Renovación».