Cristina: “Cuenten conmigo para lo que resta hacer”

Lo afirmó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al encabezar el miércoles el acto del cierre de campaña de su candidatura a la reelección, de cara a las primarias del próximo domingo. Aseguró además que le «gustaría poder ser la presidenta de la unidad de todos los argentinos».  «Cuenten conmigo para lo que resta hacer en esta Argentina, que es profundizar las políticas de inlcusión, seguir con este fantástico proceso de reindustrialización y generación de empleo, de esta ciencia y tecnología que creo que es la llave del siglo XXI», aseguró la Presidenta.

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«Estoy segura que (el ex presidente Néstor Kirchner) nos está escuchando y después de escucharlo a usted está más tranquilo», dijo Cristina en alusión al candidato a vicepresidente, Amado Boudou, quien la precedió en el discurso y prometió que «nunca más un vicepresidente va a votar no positivo».

Cristina y Boudou fueron los dos únicos oradores del acto realizado en el Teatro Coliseo de esta capital, que estuvo colmado por dirigentes y militantes kirchneristas, tanto en su interior como en sus adyacencias.

La Presidenta recordó que el Teatro Coliseo -donde tuvo lugar el acto- fue también donde Kirchner lanzó en abril de 2003 su plan de Gobierno.

«Por eso quise hacerlo aquí (al cierre de campaña), en el Coliseo, donde él había soñado con esta Argentina que hoy tenemos, una realidad aquí, frente a nosotros, en la que él tuvo un rol fundante, con valentía y coraje», consideró.

Cristina señaló que «podría hablarles de miles de medidas hechas, pero lo importante es lo que está por venir», y remarcó que «acá hay algo más que políticas e ideas, parecería sino que fuera posicionamiento doctrinario: acá hay valores que no cotizan en bolsa, que están enraizados en los argentinos y en la sociedad global».

La Presidenta consideró que «el valor esencial de un modelo de inclusión descansa en el valor de la igualdad es una demanda que recorre el mundo», y opinó que «no son diferentes los reclamos, por allí en países hermanos, o de los jóvenes del Magreb o Europa».

«Cuando reclaman igualdad o inclusión, están pidiendo apenas que les dejen volver a tener la utopía de que se puede ser igual en un mundo más justo. Lo que se ha derrumbado y causa estupor y hasta miedo, es comprobar que no se puede vivir una vida a plazo fijo, en un mundo sin sueños y sin ilusiones», añadió.

En ese sentido, Cristina resaltó que «éste es un modelo de profundos valores, valores que han vuelto a rescatar a la familia como algo central, esa familia que se destruyó» en la década pasada.

Acompañada por miembros de su gabinete, gobernadores, legisladores y candidatos -sentados en una grada atrás en el escenario-, la jefa del Estado llamó a «tener actitud de pensar en grande y en la Argentina», porque «estamos ante un momento único e irrepetible», y dijo tener el «orgullo de haber podido construir paradigmas diferentes que les han servido» a la Argentina.

«Acá estamos para sostener lo que hemos construido, y acá están ustedes para defenderlo, porque es de todos, de los 40 millones de argentinos. Falta mucho más por hacer porque siempre vamos a ir por más», enfatizó.

Al concluir, pidió «a los argentinos que nunca depongamos las convicciones, pero sí el mensaje del odio», y señaló que a pesar «de las turbulencias internas y externas, aquí estamos, de pie» y subrayó: «Miren si no es maravilloso lo que estamos viviendo mientras llegan las imágenes de lo que pasa en el mundo».

Tras concluir, la Presidenta bajó del escenario y se dio un emocionado abrazo con su madre, Ofelia Wilhelm, y luego volvió a subir y abrazó a su cuñada, la ministra Alicia Kirchner, mientras los militantes agitaban sus banderas y miles de papelitos caían desde lo alto del teatro.