Crisis en comunidad gitana de Posadas por el amor de un hombre

Débora E. (25) denunció que arrojaron una bomba molotov a su vivienda, con un claro mensaje intimidatorio. En su exposición apuntó contra Susana M., quien días antes la habría amenazado de muerte debido a que el exmarido de esta mantendría un romance con la denunciante. El conflicto se fue agravando con el correr de los días y ahora el Juzgado de Instrucción Nº 3 de Posadas, adoptó una medida preventiva ordenando la detención de la acusada y tres personas más, entre ellas dos de sus familiares.

patrullas

El pasado 6 de enero, a la madrugada, desconocidos arrojaron una bomba molotov contra la vivienda de Miriam J. (31), ubicada cerca del barrio Santa Rita de Posadas. En el mismo inmueble residiría Débora E. (25), pero en aquel momento no estaba.

Ambas afectadas radicaron la denuncia en la seccional XIII de Policía, y fue allí que Débora relató el trasfondo del conflicto.

La mujer contó que tiene un «amigo» al que en la comunidad gitana conocen como «Wily» Miguel. Pero aparentemente para Susana M. ex del hombre en disputa, la relación va más allá de una simple amistad y en reiteradas oportunidades habría amenazado a quien ella considera la nueva pareja de su anterior marido.

La gitana de 25 años apuntó contra la ex de su «amigo» y otros familiares de esta. Teniendo en cuenta que las amenazas se agravaron, hubo un ataque con bomba molotov que por fortuna no terminó en tragedia, el juez de Instrucción, Fernando Verón ordenó la detención de Susana, quien al ser buscada en su vivienda situada por avenida Maipú no fue encontrada. Tampoco se pudo dar con Ramón Alberto M.

Sí encontraron en su domicilio de ruta 12 y calle Las Rosas, a Mara y Gustavo I., también gitanos, quienes están vinculados a la acusada y no estarían ajenos al ataque de la vivienda de Santa Rita.

Débora E. (25) es la misma mujer que en pleno preparativo de las Fiestas, había denunciado que tres personas de su misma comunidad habían intentado raptar a sus dos hijitos. Para la Policía fue confusa la situación, ya que los tres sospechosos detenidos momentos después del supuesto intento de rapto, pudieron demostrar que nada tenían que ver con dicha acusación.

Entre esos sospechosos estaba Ramón Alberto M., el chofer del vehículo Renault Logan en el que se movilizaban, y ahora vuelve a aparecer en escena y entre los requeridos por el juez.