Con rechazos de directivos, docentes, alumnos y hasta padres: Comienza el #Aprender 2016

Serían un millón trescientos mil alumnos de todo el país los que serán evaluados desde hoy en las escuelas primarias y secundarias. Resistencia de sindicatos, padres y estudiantes.

En medio de debates y rechazos, el proyecto del gobierno nacional Aprender 2016 se pondrá a prueba hoy en todas las escuelas públicas y privadas del territorio argentino.

La evaluación nacional, que fue aprobada en el último Consejo Federal de Educación, está orientada a conocer cuánto saben los estudiantes en esas materias básicas, además de reunir información sobre cómo se trabaja en la escuela.

Hoy se evaluarán las dos primeras materias, lengua y matemática y mañana se tomarán contenidos de ciencias naturales y sociales para los alumnos del último año de la secundaria. Y, a modo de muestra representativa, a un grupo de estudiantes de tercer grado de escuela primaria también se los evaluará.

Desde el gobierno aseguran que se preservará la identidad de los estudiantes y de las escuelas, además niegan que el objetivo oficial sea establecer “un ranking de escuelas” con fines punitivos para sus docentes, como denuncian sus detractores.

Será la primera vez que se evaluará a la totalidad de los alumnos de 6º grado de primaria y del último año de secundaria, y a una muestra “importante” de estudiantes de 3º grado y de 2º ó 3º año (según el sistema escolar de cada provincia, pues algunas tienen 5 y otras 6 años en el nivel medio).

Aprender 2016 en números

Aprender 2016 involucra a 840.028 alumnos del nivel primario; 518.456 del nivel secundario; 31.365 veedores (directivos); 71.606 aplicadores (docentes presentes en las aulas donde se evalúa); 600 coordinadores de cabeceras (donde se referencia un conjunto de establecimientos); 70 personas de apoyo en grandes provincias, y 48 de apoyo en las unidades de evaluación. En total, se movilizarán ese día 1.462.173 integrantes de la comunidad educativa nacional.

Con fuerte resistencia de gremios docentes nacionales, provinciales y universitarios, centros de estudiantes y agrupaciones políticas opositoras, el operativo anuncia que su objetivo es “obtener información para mejorar la educación”.

Desde el ministerio de Educación sostienen que la evaluación aprender fue consensuada con las provincias en el Consejo Federal y se enmarca en la Ley de Educación Nacional 26.206 sancionada en 2006.

El resultado de la evaluación se conocerá en marzo del año que viene.

La resistencia al examen

Sindicatos de todo el país como UDA, CTERA, Udocba, Ademys, ATEN de Neuquén, Sadop, RIOSAL, UTE, FND-CTA, la Conadu y la Conadu Histórica, Utelpa de La Pampa, la Confederación de Educadores Argentinos (CEA), el Sitech de Chaco, el Sutef de Tierra del Fuego, Amsafe de Rosario y Agmer de Paraná expresaron su rechazo a la evaluación.

Mirta Chemes secretaria General de UDA en Misiones dijo que rechazaron el plan Aprender y presentaron un pedido de nulidad. El fundamento es que “tiene muchos errores, muchos vicios legales, no se consultó, no se tomó en cuenta al alumno, es estandarizada y pondrá a escuelas en una situación de primera, segunda y tercera categoría».

Las críticas hacen hincapié examen no refleja los «contextos» de los chicos, se concibe a la evaluación como un «mecanismo punitivo» y se organizó de manera «inconsulta».

También son muchos los padres que anuncian que no prestarán su consentimiento para la evaluación y se dividen en dos grupos: los que no mandarán a sus hijos a la escuela y los que los mandaran pero con una nota de rechazo a una prueba que lleve adelante personal ajeno a la escuela.

El Presidente Macri hizo un llamado a los docentes, gremios y padres para que colaboren en el operativo nacional de evaluación educativa, Aprender, señalando que tiene tanta relevancia que puede considerarse “el punto de partida de la educación pública hoy».

El exministro de educación, Juan Carlos Tedesco, también opinó al respecto de esta evaluación en una entrevista en Radio 10 en la mañana de este martes.

El ministerio de Educación sostiene que la prueba fue consensuada.