«Soy el responsable de lo de Ravignani 2360; fui yo», dijo Jorge Mangeri, el encargado de edificio detenido por el crimen de la adolescente Ángeles Rawson, al confesar el crimen ante la fiscal de la causa, María Paula Asaro, se informó el lunes oficialmente. En un comunicado de la Fiscalía se precisó que esta declaración se produjo a las «5.15» del sábado, cuando el sospechoso, por entonces un testigo en la causa, remarcó: «Mi señora no tuvo nada que ver en el hecho».
Los médicos que revisaron al imputado por el crimen de Ángeles Rawson estimaron que algunas lesiones pueden haber sido provocadas por la víctima al tratar de evitar que la matara y que otras pudieron ser autoinfligidas para esconder esa evidencia.
La Procuración General de la Nación informó en un comunicado que la revisación fue efectuada «con motivo de las lesiones que denunció (Jorge) Mangeri, vinculadas a supuestos apremios ilegales y a la privación ilegítima de la libertad que dijo haber sufrido horas antes de su concurrencia a la fiscalía».
Añadió que por tal motivo «fueron convocados por orden de la fiscal (María Paula) Asaro médicos de la División Medicina Legal de la Policía Federal, quienes determinaron la existencia de dos tipos de lesiones en su cuerpo».
«Los médicos que revisaron a Mangeri refirieron -continuó- que las lesiones que dijo haber sufrido antes de su detención por supuestos apremios ilegales, se corresponden en realidad con heridas que podrían haber sido realizadas por la víctima durante su defensa de un ataque».
Los profesionales citaron que «se presentaban lesiones autoproducidas, posiblemente para enmascarar aquellas que habría sufrido inicialmente con motivo del ataque», según el comunicado oficial.
«La fiscal evaluó -de acuerdo con el dictamen médico- que las lesiones que denunció el imputado como originadas en apremios ilegales se corresponden en realidad con la defensa de la víctima frente al ataque y con el intento posterior de borrar esas huellas en su cuerpo por parte del imputado», concluyó.
La adolescente murió por aplastamiento dentro de un camión compactador de basura donde fue arrojada atada y embolsada, informó la fiscal de la causa, María Paula Asaro.
En un comunicado de la Procuración General de la Nación, la fiscal precisó que el encargado del edificio, Jorge Mangeri, «habría causado la muerte de Ángeles Rawson horas después de haberla interceptado en el interior del hall del edificio sito en Ravignani 2360, PB en momentos en que regresaba de una clase de gimnasia a las 09.50 hs. aproximadamente».
«Previo maniatarla de pies, manos y muslos, colocarle una bolsa plástica color verde en la cabeza e introducirla en una bolsa tipo consorcio de color negro, Mangeri la habría depositado en un container de residuos de la zona, para su recolección por los camiones compactadores», precisó.
Además, señaló que la muerte de la chica se consumó «ya dentro de una de estas unidades», dado que «el mecanismo de compresión instalado en las mismas le habría provocado lesiones vitales, como ser traumatismos múltiples, producto del aplastamiento progresivo sobre tórax, cuello y cabeza, causando su deceso».
El comunicado añadió que esta hipótesis coincide con el informe del médico a cargo de la autopsia, Héctor Konopka, quien también informó que la causa de la muerte se vincula con «traumatismos múltiples», principalmente en el tórax, el cuello y la cabeza.
El forense puntualizó que «consistirían fundamentalmente en fractura de clavícula derecha, fractura maxilar inferior, fractura de columna cervical y de base de cráneo».
De acuerdo con el testimonio del médico, esas lesiones habrían ocurrido «como consecuencia del aplastamiento progresivo sobre esa superficie corporal, en sentido anteroposterior».
Konopka confirmó además que, como fue corroborado el lunes con el resultado de los peritajes, la víctima no fue violada.