El secretario general de la ONU también consideró muy peligrosa la situación y pidió al gobierno norcoreano que «frene las provocaciones». Corea del Sur no cree en un conflicto. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy a Corea del Norte que «frene las provocaciones» a la vez que advirtió que el nivel de tensión en la península es «muy peligroso» y un pequeño incidente puede desatar «una situación incontrolable».
Ban, nacido en Corea del Sur, se mostró muy preocupado por el desarrollo de los acontecimientos según declaró a la prensa tras entrevistarse en el Vaticano con el papa Francisco, informó la agencia de noticias EFE.
«El actual nivel de tensión es muy peligroso. Un pequeño incidente, causado por un cálculo o un juicio equivocado puede desatar una situación incontrolable», sostuvo Ban, y por ello pidió a Pyongyang que «frene las provocaciones».
Horas antes, Corea del Norte había recomendado a los extranjeros que viven en Corea del Sur que preparen planes de evacuación.
La advertencia la hizo un portavoz del Comité de la Paz de Asia-Pacífico de Corea del Norte, quien aseguró que el gobierno «no quiere ver a los extranjeros de Corea del Sur afectados si estalla una guerra».
Además, el viernes pasado Pyongyang llamó a las embajadas en su capital a que retiren al personal y abandonen el país ante el supuesto peligro de una guerra inminente.
Sin embargo, las sedes diplomáticas en Corea del Norte decidieron mantener a sus miembros en la ciudad, al no considerar aparentemente que existiera peligro de guerra a corto plazo.
Tras su reunión de hoy con el Papa, el titular de la ONU abogó por la reapertura del complejo industrial de Kaesong, proyecto que considera como el de «mayor éxito» entre ambas Coreas.
Pyongyang anunció el cese temporal de actividades en el complejo industrial intercoreano y el retiro de sus 54.000 trabajadores.
Ubicado al sureste de Corea del Norte, a escasos kilómetros de la zona desmilitarizada que separa a ambos países, Kaesong alberga a 123 compañías del Sur. El pasado miércoles, Norcorea prohibió el acceso de surcoreanos al parque industrial.
El titular de la ONU declaró que ya habló sobre el conflicto con las autoridades chinas y que el jueves lo hará con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Además, señaló que solicitó a los países vecinos que presionen a Corea del Norte para que se termine su «retórica provocadora».
Según informó a la prensa, en su reunión con Francisco analizaron la situación de la península coreana y la «grave emergencia humanitaria» en Siria, entre otros temas, informó un comunicado de la Santa Sede.
En tanto, la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, advirtió hoy que «nadie querrá invertir» en Corea del Norte si cierra el complejo industrial de Kaesong.
«Si Corea del Norte viola de este modo las normas y compromisos internacionales, no habrá países o empresas que inviertan» en el país, añadió Park durante una reunión con su gabinete, en la que calificó de «muy decepcionante» la decisión norcoreana de retirar a sus empleados de Kaesong.
Expertos surcoreanos creen que las recientes y continuas declaraciones subidas de tono de Corea del Norte, responden más que a su intención real de atacar, a una estrategia política del régimen para fortalecer su posición en el interior del país y hacia el exterior.