Argentina / Sociedad | La felicidad argentina se hunde: solo el 48% se siente feliz, el nivel más bajo en ocho años

El último informe de Insight 21 (Universidad Siglo 21) confirma una caída sostenida en el bienestar emocional de la población, con la cifra de felicidad por debajo del 50% por primera vez desde 2018. Los jóvenes y las personas con posgrado registran los descensos más dramáticos. La salud emocional de la sociedad argentina atraviesa un punto de inflexión negativo. Según el último informe de Insight 21, el think tank de la Universidad Siglo 21, la felicidad alcanzó en el segundo semestre de 2025 su punto más bajo desde que la medición comenzó en 2018.

Apenas el 48,3% de los argentinos encuestados afirma sentirse feliz con su vida. Esta cifra marca la primera vez que los niveles de bienestar caen por debajo del 50%, reflejando una disminución del 6,2% respecto al último semestre de 2024.

Jóvenes y profesionales, los más afectados

El descenso se observa de manera generalizada, pero con diferencias cruciales por segmento:

Jóvenes en crisis: Los jóvenes de 18 a 29 años presentan los niveles más bajos de felicidad (43,3%), marcando los valores más críticos de los últimos años.

Contradicción educativa: La mayor caída se dio en la población con posgrado, donde solo el 50% se considera feliz, una disminución del 19,4% respecto al primer trimestre de 2025.

Excepción en la tercera edad: El único grupo que experimentó un aumento notable fue el de personas de 50 a 59 años, que creció un 8,7% en su percepción de felicidad.

La necesidad urgente de políticas de bienestar

La investigación utilizó la Escala de Satisfacción con la Vida (SWLS), una herramienta empleada por organismos como la UNESCO y la OMS. El estudio se realizó en siete ciudades del país y tiene un claro mensaje para la política pública.

La doctora Florencia Rubiolo, directora de Insight 21, explicó la gravedad del resultado: «Con niveles que se ubican entre los más bajos en casi una década, los resultados del informe destacan la necesidad de diseñar políticas públicas y estrategias organizacionales que fortalezcan el bienestar emocional, la salud mental y la calidad de vida».

Medir la felicidad permite anticipar desafíos de desarrollo humano sostenible, y la actual tendencia a la baja indica una alta fragilidad social. Aunque el 43% de los encuestados todavía siente que ha logrado sus metas importantes, solo el 33,1% está conforme con la mayoría de los aspectos de su vida, una señal de alarma sobre la insatisfacción y el estrés que atraviesa la población argentina.