Argentina / Política / Crisis | Milei carga agresivamente contra su vice por tratamiento del DNU en el Senado

Este jueves está previsto que el Senado trate el DNU 70/2023. Esto desató la ira el presidente anarcocapitalista Javier Milei contra la vice Victoria Villarruel que habilitó la sesión. Además el diputado José Luis Espert avaló intentona desestabilizadora de Villarruel. La fórmula presidencial llega a su peor momento, a tres meses de asumir, en la cima de la crisis económica generada por ellos

Este jueves está previsto que el Senado trate el DNU 70/2023, que desreguló la economía argentina en el mes de diciembre. Esto desató la ira el presidente anarcocapitalista Javier Milei que se inició con un ataque de los trolls libertarios contra la vicepresidenta Victoria Villarruel que habilitó la sesión. Al anochecer se conoció un comunicado de la Oficina del Presidente donde apunta también a la vice, que es presidenta del Senado. Pero no termina allí el ataque y acoso: el diputado José Luis Espert (hoy mano derecha presidencial) avaló la posibilidad de una intención desestabilizadora de Villarruel. Nunca estuvo clara la relación de confianza de la fórmula presidencial Milei – Villarruel.

Al cierre de este artículo los trolls libertarios estaban acosando en redes a los senadores para que no acompañen la sesión prevista para el mediodía. Sucede que el Senado avanzará con el tema, ya que Villarruel confirmó que el temario pactado se llevará adelante y allí está el tratamiento del DNU.

A media tarde, desde el entorno de la vicepresidenta desmintieron que existiera la posibilidad de bajar el DNU 70/2023 del temario a tratar en la sesión del Senado. Dos horas después la cuenta en X de la Oficina del Presidente comunicó su «preocupación por la decisión unilateral de algunos sectores de la clase política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta». Sin nombrarla, desde el Poder Ejecutivo le pusieron fin a las especulaciones y dejaron en evidencia que el conflicto es real.

El comunicado de Presidencia se publicó a las 18.54. En ese mismo momento se estaba desarrollando la reunión de Labor Parlamentaria en el Senado, en la que Villarruel iba a acordar con los presidentes de los bloques cómo se iba a desarrollar la sesión. Hasta último momento, y a pesar de que el oficialismo pareciera no tener los votos para su aprobación, la vice se mantuvo intransigente con la decisión de que el DNU fuera tratado.

En el Ejecutivo lo sabían. Por eso, en el texto se planteó que «el potencial rechazo del DNU, que actualmente se encuentra próximo a su definición de la Corte Suprema de Justicia, conllevaría un grave retroceso en los derechos y necesidades del pueblo argentino». Y fue más allá: «El Gobierno Nacional espera que el Poder Legislativo no se deje cautivar por el canto de sirena de quienes pretenden ‘anotarse’ victorias de corto plazo».

El «poroteo» de las horas previas a la sesión indica que a Unión por la Patria, que tiene 33 senadores, solo le harían falta cuatro votos para tener la mayoría para rechazarlo.

Los plazos legales del tratamiento del DNU están vencidos desde hace más de un mes. Sin embargo, en tanto no sea tratado, el decreto continúa vigente. Hasta ahora solo está paralizada la reforma laboral (por un fallo de la Justicia) y algunos casos puntuales vinculados a prepagas que obtuvieron una cautelar a su favor por los aumentos. El rechazo del Senado sería solo un paso ya que para que el decreto se dé de baja es necesario que se pronuncie de la misma forma la Cámara de Diputados. «De todas formas, sería una gran derrota política para el Gobierno», aseguró un senador.

La ira se desató en Milei por la posibilidad de que el Senado vote en contra del DNU.

Días atrás, desde el entorno insistían con la idea de que el debate no era más que «un acuerdo político», cuestionaban a aquellos que decían que la vice estaba incumpliendo sus deberes de funcionaria pública por no llevar el tema al recinto a pesar de que los plazos estuvieran vencidos y decían que era conveniente esperar hasta que esté garantizada la victoria. Por eso, la pregunta que circuló con más fuerzas desde que se supo que se iba a incluir en el temario es por qué la vice habilitó el tratamiento del DNU.

La mayoría especuló sobre el último conflicto entre Milei y Villarruel por la suba de los salarios de los legisladores. Apenas se conoció la noticia, el presidente presionó para que tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado dieran marcha atrás. El diputado Martín Menem aceptó de inmediato. La vice, en cambio, demoró y tomó la decisión a regañadientes. Entre sus adversarios interpretaron el llamado a sesión como una «venganza».

Sin embargo, ese fue solo el último capítulo de la interna en la fórmula presidencial y el malestar se remonta hasta el mismo inicio de la gestión. Durante toda la campaña, Milei había dicho que Villarruel iba a ser quien designara a los ministros de Defensa y Seguridad. Sin embargo, las carteras quedaron en manos del macrismo, con Patricia Bullrich y Luis Petri. En el entorno del libertario siempre observaron con desconfianza que la dirigente tuviera una agenda propia -incluso llegó a posar en manifestaciones con el logo de una V- y que mantuviera reuniones con empresarios y dirigentes políticos por su cuenta.

El comunicado de la Oficina del Presidente dice: “En la previa a la firma conjunta del Pacto de Mayo, convocada por el Poder Ejecutivo con el objetivo de reconstituir las bases de la República Argentina, la Oficina del Presidente expresa su preocupación por la decisión unilateral de algunos sectores de la clase política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta, a fin de entorpecer las negociaciones y el diálogo entre los distintos sectores de la dirigencia política”, comienza la misiva oficial.

El comunicado de la Oficina del Presidente replicado por el mismo Milei.

“Tanto el tratamiento apresurado del DNU 70/23 como la iniciativa de promover una fórmula jubilatoria sin consenso violentan el espíritu de acuerdo promovido por el Presidente en su convocatoria al Pacto de Mayo”, expresó.
Y agregó: “El potencial rechazo del DNU, que actualmente se encuentra próximo a una definición de la Corte Suprema de Justicia, conllevaría un grave retroceso en los derechos y necesidades del pueblo argentino, implicando, por ejemplo, el regreso de la Ley de Alquileres, el retorno al sistema rígido de obras sociales sindicales, el sostenimiento del modelo corrupto de los Registros Automotor, y la anulación de la política de cielos abiertos, entre otras”.
“El Gobierno Nacional espera que el Poder Legislativo no se deje cautivar por el canto de sirena de quienes pretenden ‘anotarse’ victorias de corto plazo en detrimento del futuro de los 45 millones de argentinos”, completó Milei y le agradeció a “aquellos legisladores que, comprometidos con los intereses de la Patria y la senda del cambio, no se prestan al juego perverso de aquellos que han decidido deliberadamente entorpecer el desarrollo de la Nación”.