Argentina / Política | El sincericidio de Mauricio Macri de 2020 que vuelve a encender todas las alarmas

“Yo siempre les decía a todos, cuidado, que yo conozco los mercados, que un día no te dan más plata y nos vamos a la mierda”. Así se expresaba el ex presidente en una charla íntima con militantes el 25 de enero de 2020, a poco más de un mes de haber dejado la presidencia.

Mauricio Macri decía entonces que no era buena idea endeudar al país que se lo advertia a sus funcionarios, pero que ellos le decían que se quedara traquilo. El gestor de la deuda fue Luis «Toto» Caputo y Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, quienes hoy siguen en la misma senda junto al presidente Javier Milei: más endeudamiento y brutal proceso de desregulación que no dejará nada en pie.

En síntesis, Caputó endeudó al país con el Fondo Monetario Internacional en unos 44 mil 500 millones de dólares, sobre una cuenta original de 57 mil millones. Ahora, según sus propias palabras, el FMI acepta que Argentina vuelva a endeudarse por 20 mil millones más. Es así que solo con el FMI, Luis «Toto» Caputo carga a los argentinos con una deuda de casi 65 millones de dólares; 8 mil millones más de los que se habían acordado con gobierno de Mauricio Macri.

Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación del gobienro ultraderechista de Milei, parece estar probándose el traje ministerial de Caputo y sale a pedir que se salga de cepo ya, para dejar de dilapidar dólares tratando de contener un valor que es imposible de atajar.

Sturzenegger tiene una larga trayectoria como funcionario que acredita algunos aciertos como presidente del Banco de la Ciudad de Buenos Aires, con Mauricio Macri como Jefe de Gobierno, y una espantosa performance como presidente del Banco Central de la República Argentina, siendo Macri titular del Poder Ejecutivo Nacional.

Según un informe del CEPA, la política monetaria del organismo conducido por Federico Sturzenegger le costó al Estado, desde enero del 2016 a octubre de 2017 más de 419 000 millones de pesos. Sumado al stock de Letes del Tesoro Nacional que aumentó a 900 000 millones de pesos, serían unos 1.2 billones de pesos números que dejan ver el importante desequilibrio fiscal que experimentó el gobierno de Macri. El déficit fiscal del 2017 fue el tercero más alto de la historia.

La pregunta simple y concreta es válida: ¿Qué puede salir mal con los mismos de aquel desastre?

Macri, el 25 de enero de 2020
A casi cincuenta días del inicio de sus vacaciones, el ex presidente Mauricio Macri reapareció en una reunión con dirigentes del PRO de Río Negro en Villa La Angostura. Un video mostró que en un encuentro privado, el ex jefe de Estado reconoció que no era una buena decisión la de endeudar al país de la manera en que lo hizo. “Yo siempre les decía a todos: ‘Cuidado que los mercados no te dan más plata y nos vamos a la mierda’ ”, comentó respecto a la crisis financiera que se desató en abril de 2018, mientras otros funcionarios del Gobierno le decían que se quedara tranquilo.

En otro de los pasajes del video el ex presidente contó que él mismo le advirtió a su equipo que “no se puede tomar deuda eternamente, hay que corregir esto”. Y reconoció que “después, cuando vino (la crisis), fue un año y medio que fue una pesadilla”. “Sentí que tenía sobre mi cabeza a los 44 millones (de argentinos). Sabía que que no íbamos a poder seguir tomando deuda eternamente, que no podía para ningún lado achicar ese gasto”, destacó luego de dejar una deuda que las nuevas autoridades consideran “impagable”, y esperan renegociar. Incluso, confesó que “mismo dentro de Cambiemos había problemas” por este tema.

Luego de dejar al país en una crisis con números récords en inflación (la más alta en los últimos 28 años), desempleo (la más alta en los últimos 14 años) y pobreza (por encima del 40 por ciento), siempre considerando esos números a enero de 2020, Macri dijo que sus últimos 30 días en la Presidencia de la Nación –que incluyeron los recorridos por distintas ciudades en la campaña electoral– “fue una experiencia increíble. Me llevaba la energía de todos ustedes”, aunque reconoció que el último año y medio lo dejó “anímicamente destruido”.