El anuncio está rodando, ahora se espera la respuesta de los habitantes de la zona que están totalmente habituados a la vida fronteriza que es totalmente diferente a la situación que se vive entre Salta y Bolivia.
La funcionaria dijo que evaluarán cuáles son las medidas apropiadas para cada zona, aunque descartó por ahora impulsar la construcción de nuevos cercos como sucederá en Aguas Blancas, donde los gobiernos nacional y provincial decidieron instalar un alambrado para obligar a que todas las personas que transitan la zona realicen los trámites y controles migratorios para pasar una nación a la otra.
“Vamos a ir en orden. Ahora hicimos Aguas Blancas, después vamos a ir a la Triple Frontera, que la tenemos controlada hace mucho tiempo y vamos a ir los límites con Brasil, donde tenemos un problema muy serio”, puntualizó.
Bullrich explicó que la mecánica varía de acuerdo a la política cambiaria de cada país. Hay momentos en el que salen productos de Argentina hacia Brasil porque tienen precios más bajos y otros momentos -como ahora- en donde los contrabandistas intentan ingresar productos al país sin pagar impuestos.
La funcionaria anticipó que implementarán mayor vigilancia con tecnología en la frontera de Formosa y explicó que los drones que habían comprado durante la Presidencia de Mauricio Macri para realizar controles se oxidaron por no ser utilizados por la gestión de Alberto Fernández.
“Los estamos arreglando para tener un control total de esa franja fronteriza. Tenemos mucha Gendarmería, patrulla permanente y necesitamos esta tecnología para custodiar no sólo la triple frontera con Brasil, sino zonas como Bernardo de Irigoyen, donde la ciudad está totalmente integrada, y Salvador Mazza, donde estamos haciendo un plan integral”, dijo la ministra de Seguridad.
“Este año vamos a tener toda la frontera vigilada como queremos y ojalá no nos hubieran destruido el sistema de fronteras que habíamos comprado en 2018″, insistió Bullrich.