Argentina / Economía | Limbo sobre el INYM hace que industria y Corrientes no den debatan nuevos precios de yerba mate

El revival de los años 90 que estamos viviendo los argentinos es estremecedor. Los poderosos ganando y los que menos tienen perdiendo. El que tiene plata apuesta a la necesidad y rompe uniones que llevarían mejoría a todo el sector. Y respecto al valor de la yerba mate en góndola, es de esperar que a partir de ahora no culpen al valor de la materia prima

La sesión de este jueves del Instituto Nacional de la Yerba Mate sirvió para que el poderío del sector industrial de la yerba mate y la provincia de Corrientes marquen su postura prácticamente negando la existencia del ente que nuclea también a productores, cooperativas y la provincia de Misiones. El DNU desregulador del anarco capitalista presidente Javier Milei empoderó a los dos primeros y quedó en sus manos la fijación de precios. Un par de empresarios misioneros también están felices con la situación. El tan mentado mercado no tiene como actores a productores, cooperativas y Misiones.

Si bien la cuestión del Instituto está en la Justicia por una solicitud de Misiones, ante la falta de definiciones pasa lo que quieren los que tienen el dinero para comprar la producción de yerba mate. Los grandes industriales están ubicados en Corrientes. Por eso la negativa de esos dos sectores para pagar nuevos valores por el kilo de yerba a productores y cooperativas. En Misiones hay más de 10 mil pequeños productores de yerba y la mayoría de las cooperativas.

El revival de los años 90 que estamos viviendo los argentinos es estremecedor. Los poderosos ganando y los que menos tienen perdiendo. El que tiene plata apuesta a la necesidad y rompe uniones que llevarían mejoría a todo el sector. Y respecto al valor de la yerba mate en góndola, es de esperar que a partir de ahora no culpen al valor de la materia prima. Los aumentos serán por la ambición industrial.

¿Se repetirá un tractorazo como el del años 2002 que movilizó a toda la provincia de Misiones llegando por semanas a Posadas?. ¿Nuevamente el poder económico cansará al pequeño productor misionero?

Aunque el DNU fue cuestionado en la Justicia y Juan Pazo, un funcionario cercano al ministro de Economía, Luis Caputo, vino a Misiones a decir que no estaba vigente porque “no está reglamentado”, los apoderados legales del sector industrial y los correntinos, entienden de su plena vigencia en tanto no tiene fallo definitivo en contra ni el DNU fue rechazado por ambas cámaras en el Congreso.

Ante el nuevo escenario, los actores que sí están constituidos en el INYM evaluaron pedir un laudo de Nación, pero técnicamente, no hay “distintas posiciones”, sino que el sector industrial desconoce al organismo como regulador, por lo que la mediación de los funcionarios nacionales no tenía destino.

Por eso se decidió seguir analizando el valor de la materia prima en la comisión de Costos y Estadística del organismo y comenzar a dar un valor de referencia que se actualizará mes a mes para que los productores tengan una guía a la hora de vender la hoja verde. Esa estrategia está habilitada por la ley del INYM, aunque sólo como referencia para el productor.

El último precio oficial vigente fue de 250 pesos por kilo de hoja verde, mientras que el mercado está pagando entre 370 y 380 pesos. Para cubrir suba de costos -combustible y energía- el objetivo del sector productivo era comenzar la zafra con 505 pesos por la hoja verde, algo que la industria nunca estuvo ni cerca de admitir. Ahora el precio fluirá de acuerdo a la demanda, con el agregado de que la industria puede importar yerba mate desde Paraguay y Brasil si encuentra precios más bajos por la materia prima.

El nuevo escenario es idéntico al que comenzó en 1991 cuando el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, también por un megadecreto, suprimió la Comisión Reguladora de la Yerba Mate. Durante los 90 el precio de la yerba se desplomó: el kilo de hoja verde cayó de $0,20 en 1991 a 0,06 pesos convertibles uno a uno. El precio en góndola, en cambio, se mantuvo casi constante.

Esos 14 centavos de dólar perdidos por la producción primaria por una cosecha promedio de 700 millones de kilos por 10 años, permite visualizar la enorme transferencia de ingresos de la producción hacia la industria, comercios e impuestos: casi 1.000 u$s millones en una década.

En contraste, 2022, con un mercado “regulado”, la yerba tuvo el consumo interno más alto de los últimos cinco años y el mejor nivel de exportaciones desde 2020, el año récord. La materia prima se pagaba por encima de los precios oficiales y el objetivo era insistir en los 60 centavos de dólar, ya que el precio en pesos se acercó bastante hasta la devaluación de diciembre. Sin embargo, la licuación del precio oficial, hoy en 250 pesos, es evidente: con un dólar a 854 pesos, el precio de la materia se desplomó a 0,29 centavos de dólar. Sin la facultad de fijar precios, será muy complejo recuperar ese punto de equilibrio.