La extraordinaria importación de yuerba mate del primer trimestre del año generó una caída del precio de la hoja verde que se cultiva en Misiones y pequeños productores sienten muy complicada su economía. La decisión del gobierno anarco capitalista del presidente Javier Milei no midió consecuencias para las economías regionales. Los precios de yerba en góndolas no han bajado. Además el Instituto Nacional de la Yerba Mate ya es una cáscara vacía.
Sucede que, con la apertura de importaciones, que incluyó un rápido acceso a divisas, con 30 días de plazo para pagarlas, además de la eliminación de retención de Ganancias, las compras a Brasil y Paraguay, crecieron exponencialmente durante el primer trimestre del año, marcando un nuevo pico histórico.
Sin embargo, este récord puede crecer, debido a que, según indicaron también del INDEC, las importaciones se están acelerando mes a mes, a medida que quedan cada vez más baratas con un tipo de cambio semifijo.
En tanto productores reunidos en asamblea en San Pedro denuncian que las grandes industrias se estoquean con productos extranjeros y “recortan” la compra a los locales. Piden que se prohíba la importación durante el período de zafra yerbatera y que se evalúe el ingreso según el faltante.
Las importaciones ocasionan que el precio del producto no llegue al piso de 505 pesos por kilo que se habían propuesto a principio de año, convirtiéndolo casi en una utopía.
“Los molineros tienen stock suficiente, entonces nos quieren hacer bajar el precio y atrasar los pagos y esa es nuestra preocupación por la que estuvimos hoy reunidos”, explicó el productor Waldemar Schwider.
Actualmente la hoja verde no cuenta con un precio de referencia. Aunque todavía hay secaderos que pagan el mínimo de mercado que se había acordado meses atrás, algunos pagan el 50% en depósito cada semana y el resto en cheques de hasta 60 días, mientras que hay otros que pagan la totalidad “chequeado” a 30, 60 y hasta 90 días.
“Nosotros no pedimos precio (de hoja verde), no estamos en condiciones de pedir precio, estamos defendiendo el precio que está en el mercado y que se mantenga ese precio”, señaló y explicó que esto se debe a que los grandes molinos ya traen yerba de Brasil y Paraguay a un precio mucho menor.
Schwider comentó otra situación que le tocó atravesar a algunos productores con industrias que se stockearon con yerba de Brasil y Paraguay.
“Hay algunos que dicen que no nos pueden comprar, porque ya compraron del Paraguay y tienen el stock completo, así va pasando”, indicó y agregó que, previo a la reunión, un referente confesó que una conocida industria correntina le recortó la compra de un millón de kilos de yerba canchada, porque trajo tres millones de kilos del Brasil y ahora trae yerba molida.
“Por las pocas facultades que le quedan, el INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate ) ya no puede hacer nada porque es yerba molida y ya le pertenece al SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) y ahí se empeoró la cosa”, agregó.
Ariel Steffen, referente del sector, propuso en la asamblea que se prohíba la importación de yerba mate hasta la finalización de la zafra yerbatera, para luego evaluar el ingreso de yerba importada, según el faltante que haya, en ese momento, en el mercado.
La propuesta fue aceptada por los presentes quienes acordaron que se elabore una nota dirigida, tanto al Gobierno provincial, como a demás autoridades, donde se exponga la voluntad de los colonos que participaron en la asamblea.
Asimismo, propusieron que se presente un amparo a la Justicia Federal contra la compra de yerba mate importada bajo el régimen de Dumping (cuando un producto se exporta a un precio inferior al que se vende en el mercado interno del país de origen), de discriminación de precio internacional.
Desde la desregulación de la producción yerbatera, a través del DNU publicado el año pasado por el Gobierno de Javier Milei, el precio de la hoja verde fue el principal problema que inquietó a pequeños productores, desde antes del inicio de la zafra.
Por tal motivo, pidieron que se exija a los secaderos que se respete el precio actual, que ronda los 370 pesos el kilo de la hoja verde y que se garantice el precio de mercado mínimo, además que el pago sea de contado. Por último, productores plantearon también durante la asamblea, que el precio de las estampillas, que cobra el INYM, sea transferido a los productores, en la entrega de la hoja verde.