Argentina / Economía | FMI insiste: “Que el peso del ajuste no caiga desproporcionadamente sobre las familias trabajadoras”

El discurso del FMI sobre las decisiones anarco capitalista del presidente Javier Milei tiene un doble tenor: alabanza al ajuste libertario pero también resaltar insistentemente que paren un poco. Ahora fue el turno de Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo, quien destacó un “progreso” en variables como la inflación o las reservas del Banco Central, pero reiteró con “énfasis” una advertencia por las consecuencias del “ajuste”. El ajuste hoy en su mayoría está en los jubilados y la clase media argentina. Y todo indica que seguirá por ese camino.

“El progreso ha sido impresionante”, dijo el economista chileno, e insistió: “Hay que sostener los esfuerzos para apoyar a los más vulnerables, para que el peso del ajuste no caiga desproporcionadamente sobre las familias trabajadoras”.

El mensaje, que se ubica en línea con otros planteos y análisis recientes de funcionarios del FMI sobre el escenario argentino, se dio durante la presentación de Valdés en el encuentro IEFA Latam Forum, que se realizó hoy en el hotel Four Seasons de Buenos Aires. El economista, quien mantendrá una reunión con el ministro de Economía, Luis Caputo, brindó una conferencia en la inauguración del encuentro, y luego evitó responder preguntas de la prensa.

“Las nuevas autoridades están decididas a implementar un plan de estabilización ambicioso para restablecer el orden macroeconómico. Es un plan centrado en un ancla fiscal fuerte, que elimina completamente el financiamiento del Banco Central al Gobierno e implementa políticas para reducir la inflación”, dijo Valdés, quien destacó que el FMI “comparte la visión de las autoridades” sobre “una economía más orientada al mercado”.

“Creemos que eso traerá prosperidad al país”, agregó Valdés, quien fue ministro de Hacienda de Chile (2015-2017) con Michelle Bachelet como presidenta.

El funcionario destacó algunos hitos de los primeros meses de gestión de Milei, como el superávit fiscal logrado en enero y febrero, algo que se alcanzó “por primera vez en más de una década”.

“Las reservas internacionales se están recomponiendo, la inflación baja más rápido de lo que nosotros estimábamos y la brecha cambiaria y el riesgo país siguen cayendo. Pero la herencia fue pesada y el camino a la estabilización nunca es fácil”, planteó Valdés.

Sin mencionarlo, el funcionario del FMI apuntó contra el exministro Sergio Massa y sus políticas, que llevaron a un incumplimiento de las metas que el mismo gobierno había firmado con el organismo, como la pauta de déficit (fue de 2,9% del PBI, un punto por encima del objetivo del 1,9%) o las reservas internacionales del BCRA, que concluyeron el año en más de US$11.000 millones negativos.

De todas maneras, Valdés insistió en las consecuencias del programa económico puesto en marcha por Milei y su equipo, en un mensaje que en reiteradas ocasiones plantearon desde el FMI. “El plan requiere implementación política. Es muy importante continuar mejorando la calidad del orden fiscal. Y enfatizo esto: la calidad y no la cantidad”, insistió el funcionario, sobre la evolución de las cuentas públicas y la sustentabilidad de ese superávit, que se alcanzó con recorte de gasto (obra pública y transferencias a provincias, entre otros) y licuación de partidas (principalmente jubilaciones).

El funcionario del FMI también se refirió al cepo cambiario y, si bien planteó que debe ser levantado para estimular el crecimiento, advirtió al Gobierno por su ejecución. “La eliminación de los controles de capitales tiene que ser cuidadosamente calibrado”, dijo Valdés, al referirse a la “implementación política” del programa y la “transición” económica hacia un régimen más abierto al mercado.

“Desde el FMI, ratificamos nuestro involucramiento con las autoridades, que es profundo y sostenido. Nos enfocamos en temas técnicos que ayuden a recomponer la estabilidad macroeconómica”, agregó el economista, antes de su encuentro con Caputo.
Al analizar le escenario regional, Valdés destacó que el mundo regresó a la tendencia pre-Covid en cuestiones como el mercado de trabajo o la inflación, pero advirtió por riesgos como la baja tendencia de crecimiento o el creciente peso de la deuda, que podrían afectar negativamente a economías emergentes, como la argentina.

“El mundo parece estar alcanzando algo difícil, como el soft landing. La política monetaria fue dura, pero la inflación continuó cayendo y Estados Unidos sorprendió hacia arriba, creció un punto más de lo que se esperaba. Es importante para la región”, sostuvo Valdés, quien de todas maneras abrió algunos interrogantes en la tendencia de mediano plazo: “Las perspectivas de crecimiento son las más bajas desde que hacemos proyecciones en el FMI, y ese es un problema”, planteó.

“Un desafío para América Latina es el nivel de deuda. La región fue muy activa en hacer política fiscal durante la pandemia, y los déficits crecieron mucho, pero también se recuperaron rápidamente y volvieron a lo que podríamos llamar normal. Pero el nivel de deuda no es solamente por ese ejercicio, estaba creciendo antes del Covid, y muy fuerte. La tarea es cómo estabilizar. Hay planes de ajuste en muchos países, con reglas fiscales, y ahora es el momento de concretarlo, porque al final del día, la variable fiscal es central para el acceso a mercados”, concluyó.