Este reporte alertó que la cantidad de divisas que el Gobierno destina a contener la brecha equivaldría al 80% del superávit comercial proyectado para este año. Según la consultora Centro Periferia, por dicha vía se mantuvieron estables las cotizaciones de los dólares paralelos y “se construyó la baja de la brecha”.
Esto se dio sobre la base de los excedentes de divisas tanto de la cosecha gruesa, con la reversión del saldo energético y la recesión que reduce la demanda de importaciones e incrementa saldos exportables.
Los mecanismos utilizados fueron fundamentalmente el Programa de Incremento Exportador (PIE), el cual habilitó la liquidación del 20% de las exportaciones en el mercado financiero y el 80% al oficial, también conocido como “dólar blend”; y el sostenimiento de la liquidación de dólares provenientes de gastos de turismo y con tarjeta de extranjeros en el país en el mercado financiero.
Respecto al primer punto, el informe señaló: “Tras el cambio de gestión, el esquema se transformó, dada su envergadura, más en un mecanismo de contención de la brecha cambiaria que de premio a los exportadores. Así, con exportaciones que promediaron entre diciembre y febrero los USD 5.400 millones, se volcaron a los mercados financieros alrededor de USD 1.080 millones por mes.
A su vez, las autoridades sostuvieron la vigencia de la Comunicación “A” 7630 de noviembre de 2022 que exceptúa de la obligación de liquidar en el mercado de cambios oficial los ingresos de divisas por gastos turísticos y con tarjeta de no residentes.
Esta medida implica que los dólares que genera el turismo receptivo (a través de paquetes turísticos, pasajes y pagos con tarjeta de bancos extranjeros) se liquiden en el mercado de dólar financiero (favoreciendo la formalización de operaciones), y aportando en los últimos meses un promedio mensual de USD 212 millones que se vuelcan a la contención del dólar financiero.
“La combinación de estos dos mecanismos (PIE + dólar turista) abastece con una oferta de dólares de alrededor de USD 1.300 millones mensuales los mercados de dólar paralelo. Se estima que, dado el sostenimiento de las restricciones de operación de la Comisión Nacional de Valores (CNV), dichos mercados solían canalizar una demanda de entre USD 900 y USD 1200 millones de dólares mensuales”, señaló la consultora del economista Pablo Moldovan.
“Así, la oferta que vuelca el gobierno más que supera la demanda normal del mercado. Estas circunstancias explican la ‘sobreoferta’ y dan cuenta de por qué, aún ante situaciones que podrían haber significado un revés para las autoridades (retiro de ley ómnibus o rechazo del DNU en el senado), la cotización del dólar financiero se mantuvo en calma”, agregó.
Entonces, la cantidad de dólares que el gobierno vuelca al mercado financiero supera a las intervenciones directas de los ex ministros de Economía Martín Guzmán y Sergio Massa.
En la era Guzmán, las ventas de dólares directos del BCRA representaron un promedio de USD 192 millones mensuales (con picos de USD 400 millones entre 2020 y 2021) y en la de Massa, la consultora estimó un promedio de USD 667 millones mensuales (con picos en el período electoral de 2023 de USD 1.800 millones). El promedio actual se estima en USD 1.190 millones, muy por encima de los anteriores.
Para Centro y Periferia, la importante oferta de dólares que se vuelcan a los mercados financieros abre dos interrogantes hacia adelante. En primer lugar, su magnitud pone en duda su sostenimiento más allá del período en el que el abultado excedente de dólares se encuentra garantizado por el impulso al endeudamiento comercial forzoso.
“Sacrificar mensualmente alrededor de USD 1.200 millones para la contención de la brecha erosionaría el proceso de acumulación cuando ya no se cuente con los aportes de los casi USD 2.750 millones promedio que viene aportando la deuda comercial, a pesar de la aparición de la liquidación de dólares del agro”, sostienen.
En segundo lugar, al anualizar los registros de dólares que se volcarían a los mercados paralelos la cifra asciende a USD 16.422 millones. Este valor representa el 80% del superávit comercial proyectado para 2024. En este sentido, el Banco Central proyecta que este año terminará con un saldo a favor de USD 22.400 millones.
Al mismo tiempo, dicho valor es mayor a la Formación de Activos Externos promedio del período 2003-2011 y 2016-2019, años en los cuales no había cepo.
En este marco, Moldovan consideró: “Se está gastando en abastecer demanda de dólares privada más o menos lo mismo que se gastaría si levantara el cepo. La cuestión es que el esquema actual le da la ventaja al gobierno de que es muy discrecional y puede retirarlo cuando quiera sin afectar el tipo de cambio oficial. En cambio si simplemente liberara el cepo esa es una decisión muy difícil de retrotraer y que de cara a un año electoral como es 2025 le podría demandar muchos más dólares que no hay”.
Juan Truffa, economista de Outlier, sostuvo: “Con cepo es muy difícil acumular reservas. Entonces, el gobierno tiene que hacer equilibrio entre qué quiere. ¿Quiere una brecha que se le vuela, acumular reservas, o las dos? Entonces, va haciendo equilibrio y va gestionando de esta manera, poniendo un blend, que no sé si el día de mañana lo cambiará, si la brecha se estabiliza o se sigue ampliando. Hoy no parecería. Pero así funciona. Tiene que hacer un poco de equilibrio, lo que se llama en inglés un trade-off”.
Federico Glustein sostuvo que “los mecanismos que utliza el Gobierno como el dolar blend y el impuesto PAIS lo que están logrando es por un lado, una mayor recaudación impositiva y a la vez, permiten evitar una nueva depreciación del dólar oficial fuerte, que podría traer un mayor coletazo inflacionario si eso sucediera, generando a la par una mayor demanda de divisas”.
“Estas medidas que no reflejan un mercado capitalista como espera el Gobierno le están dando maniobrabilidad en temas como inflación, tipo de cambio y recaudación. Lo que se observó desde que asumió Milei es que el BCRA compró 17 mil millones de dólares, pasando las reservas netas de 11 mil millones de dólares negativas a positivas y eso, principalmente, se debe a la existencia del cepo cambiario y a su vez, a la recesión”.
“Si hoy se abriera el cepo sin resolver los pases remunerados, las deudas en dólares comerciales y la canalización de la balanza externa, habría una inestabilidad vía salto cambiario que haría muy fragil lo conseguido en terminos macro”, concluyó.