Argentina / Crisis Educativa | Universidad Nacional de Misiones ajustará en comedores, albergues y becas

El presupuesto actual hace inviable el funcionamiento del servicio de comidas, alojamiento y becas tal como venían prestándose hasta el presente. Los recortes generan incertidumbre en la población estudiantil

Con la declaración de la «emergencia presupuestaria» en mano, la rectora de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), Alicia Violeta Bohren, tiene en sus manos la delicada y compleja tarea de establecer prioridades de funcionamiento y con ese condicionamiento aplicar los recortes. La tijera alcanzará a los comedores universitarios, becas, albergues y y otras prestaciones que benefician directamente a los estudiantes.

El presupuesto de 2023 nació septiembre de 2022 y se prorrogó sin actualización alguna por lo que tiene fecha de caducidad antes de finalizar el primer semestre si es que la Nación no actualiza las partidas en, por lo menos, un 300 %.

La rectora Bohren tiene la potestad para implementar gestiones y distribución de recursos que sean prioritarios para las diversas unidades académicas.

Bohren comentó en declaraciones radiaes que esta emergencia presupuestaria permite “tomar decisiones en cuánto va a ir reduciendo el uso de fotocopiadoras, de papeles, de energía eléctrica, para poder, con ese presupuesto, al menos garantizar los procesos de enseñanza-aprendizaje. Para ello, tenemos que tener conectividad, electricidad, limpieza, agua, como mínimo, para cumplir el rol en el cual somos instituciones educativas”.

Alicia Violeta Bohren, rectora de la UNaM,  admitió que un sector afectado será el comedor universitario de las diferentes facultades de Misiones, que representa este año el 40% del presupuesto con el que cuentan para gastos de funcionamiento.

“La mayoría de los decanos dijo que con este presupuesto es inviable” el funcionamiento tal como sucedió en 2023. Para “una compra de alimentos, de carnes, se necesitan más de 40 millones de pesos mensuales. Es imposible sostener esos montos, con el presupuesto que tenemos hoy”, se sinceró Bohren.

La UNaM cuenta con una matrícula de 28 mil estudiantes cursando. Para este año la preinscripción alcanza a 8.000,la mayoría de los cuales se sumará a los cursantes.

“Estamos preparados para atender esta cantidad de estudiantes, lo que no vamos a poder dar es la misma cantidad de bandejas hoy con el presupuesto que tenemos. Esa es la realidad”, ratificó la rectora Bohren.

Para fundamentar los recortes, la principal autoridad de la UNaM detalló:  “hoy por hoy, tenemos un 40% en promedio del gasto de funcionamiento de la universidad destinado a comedores, con un 200% de inflación, ya me voy a 800 millones de pesos, y la proyección de la inflación para este año es del 247%. Es decir, si tenemos comedor no funcionamos. Entonces, hay que buscar un equilibrio y trabajar en la política a ver cómo podemos ir resolviendo esta situación”.

Así las cosas, “se va a evaluar cuántas becas se van a poder dar y si alguno no acredita acceso, se puede pagar. Es un tema que todavía estamos trabajando con todos los decanos para que la situación sea la misma en todas las unidades académicas, porque todos estamos iguales”.

“Nosotros hace 40 años que aquí tenemos los comedores universitarios, que es una gran lucha y cerrar sería muy duro, pero no creo que cerremos. Cada facultad tiene su presupuesto y los comedores son financiados por los presupuestos de las unidades académicas. Y el comedor en algunos casos llega al 55% del presupuesto“, resaltó la rectora.

El punto crítico:  “En diálogo con los decanos, con los estudiantes y con los referentes gremiales, nos preocupa que esto sea una cuestión de deserción estudiantil“, advirtió la rectora de la UNaM, Alicia Violeta Bohren.

Otra cuestión que puede impactar en la continuidad de los estudiantes en carrera está relacionada con los albergues universitarios y los alquileres en algunas facultades.

“Nuestros albergues están todos ocupados. Incluso, hay unidades académicas como Exactas, Humanidades, Forestales, que alquilan casas para suplir la función de albergues dada la demanda, y el año pasado el alquiler fue 80.000 pesos y ahora es 250.000. Entonces, es muy difícil sostener estos gastos si nosotros no recortamos otros gastos. Y recortar otros gastos es priorizar. Priorizar cosas, por ejemplo, la energía. Nuestro mayor costo de energía se da en los aires acondicionados, después las computadoras y la luz. Entonces, hay decisiones que para mí vamos a tener que llegar a tomar, por ejemplo, que los aires acondicionados estén encendidos muchas horas menos diarias».

Hay unidades académicas de la UNaM que no podrán sostener el número de becas, alojamientos ni bandejas de comidas que se servían en 2023, pese a que el número de estudiantes registra un aumento de más del 28 %.