Las llamas, avivadas por los vientos y la alta temperatura propia del verano tomaron fuerza y su poder devastador alcanzó campos de las localidades de Curuzú Cuatiá, Mercedes, Perugorría y Villa Olivari.
Una muerte y decenas de personas afectadas
En medio de la crisis, la provincia correntina lamentó la muerte de Cindia Alejandra Mendoza, de 30 años, directora de una escuela rural en Mariano I. Loza. Perdió la vida el lunes, cuando intentaba sofocar un foco de incendio y auxiliar a su padre, encargado de una estancia.Según relató la intendenta de la comuna, Zulema Fernández, Mendoza advirtió sobre el avance del fuego y pidió ayuda a los bomberos. Sin embargo, en su desesperación por contener las llamas, fue alcanzada por un remolino de fuego, que le causó quemaduras en el 80% del cuerpo. La docente fue trasladada al Hospital Las Mercedes, donde no pudieron salvarla.
Los incendios también provocaron otros problemas de salud en la población, especialmente en las comunidades más afectadas. Más de 50 personas recibieron asistencia médica por quemaduras, picaduras de insectos, irritación ocular, cefaleas y dificultades respiratorias, según informó la Subsecretaría de Atención Primaria de la Salud (APS).
Se evacuaron preventivamente unas 30 casas en Perugorría, y en Curuzú Cuatiá.
Daniel Panario, presidente de la Sociedad Rural (SRA) de Curuzú Cuatiá, calificó la situación como “desesperante”. Estimó que en su departamento ya se han quemado aproximadamente 25.000 hectáreas en menos de una semana de febrero.
Aún está presente en la memoria la temporada 2020-2021, en la que el fuego abrasó un millón de hectáreas de campos y humedales.
“Esto es un infierno”, dijo Carina Tomasella, presidenta de la Asociación Rural de Perugorría. Hay una sequía abrumadora. Llevamos tres meses sin precipitaciones importantes”.
Carlos Roldán, de la Sociedad Rural de Mercedes, aseguró que el fuego devastó entre 20.000 y 25.000 hectáreas en los últimos diez días; un fenómeno similar al ocurrido en Curuzú Cuatiá.
Brigadistas, bomberos y productores trabajan incasablemente para contener el fuego y evitar que se propague. Hasta ayer, tres localidades de Corrientes continuaban con focos activos.
El coordinador del Comando Operativo de Emergencias de Corrientes, Bruno Lovinson, informó que, si bien el jueves se lograron desactivar varios focos de incendio, otros seguían fuera de control. Hubo que desplegar aviones hidrantes y brigadas de incendios en La Cruz, Estación Solari y Mantilla.
En el área de los Tres Cerros, se registró el jueves un incendio forestal en una plantación de pinos en Loma Alta, mientras que en la zona de Aquidabán, más de 20.000 hectáreas ya fueron afectadas por los incendios, según el reporte oficial.
Otro incendio de gran magnitud se registró en una plantación de eucaliptos en Mantilla, donde bomberos de 9 de Julio, Chavarría, Bella Vista, Saladas y Santa Rosa trabajaron desde el miércoles para sofocar las llamas.
El jueves, el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, sobrevoló las zonas afectadas y supervisó el operativo de combate en Curuzú Cuatiá, Gobernador Martínez y a lo largo de la costa del río Uruguay. Estuvo acompañado por el intendente de Curuzú, José Miguel Irigoyen. Los funcionarios escucharon testimonios de propietarios de campos, vecinos de parajes y los miembros de bomberos voluntarios y agentes de la Brigada de Incendios Forestales de la Policía de Corrientes (BRIF).
“Estamos en un momento crítico por la ola de calor, las altas temperaturas y una de las peores sequías. Es fundamental tomar conciencia y ser responsables”, advirtió el gobernador Gustavo Valdés este jueves
Las autoridades reiteraron la prohibición de realizar quemas en toda la provincia y solicitaron a la población que denuncie cualquier foco de incendio al 911 o al 101.