Argentina / Ajuste Brutal | Paula Nahirñak, ex alumna y ex docente de la UNaM, ejecutora de despidos en el ex Ministerio de Ciencia y Tecnología

Estaba en el CONICET con Cristina Fernández de Kirchner, luego siguió en el Estado Nacional con Mauricio Macri y sobrevivió laboralmente durante el gobierno de Alberto Fernández. El 4 de enero fue designada por Javier Milei como subsecretaria de Ciencia y Tecnología

Paula Nahirñak, «especialista en Políticas Públicas y Gestión en Ciencia, Tecnología e Innovación» -según se puede leer en su página de la red social Linkedin- es la que sorteó tres presidencias de distinto signo (Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández) y ahora se anota puntos altos con Javier Milei ejecutando despidos masivos, como lo ocurrido el 15 de marzo, cuando firmó la cesantía de 40 personas en el ex Ministerio de Ciencia y Tecnología, abriendo una salida tristísima a cientos de personas que quedarán sin empleo.

¿Quién es Paula Nahirñak?
Puede parecer raro, pero en ninguna de las páginas de internet donde se instalan antecedentes Paula Nahirñak ha dejado pistas de su natalicio, excepto en un trabajo sobre «POLÍTICAS DE EMPLEO E INCLUSIÓN DIGITAL -EL IMPACTO DE INTERNET SOBRE LA EFICIENCIA Y EL FUNCIONAMIENTO DEL MERCADO LABORAL», publicado por el IEERAL hace 18 años. Allí se lee que Nahirñak nació en la ciudad de Buenos Aires el 21 de noviembre de 1976, en plena dictadura.

Ya en Linkedin se puede leer que hizo estudios secundarios en el Colegio Santo Tomás de Aquino (CABA, 1990-1994).

Otro dato curioso es que su primer título de grado fue de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) como técnica en Investigación Socieconómica (donde cursó apenas terminado el secundario: 1995-1998) y fue profesora adscripta durante los dos últimos años de esa carrera.

Siguió estudios en Buenos Aires: LIcenciatura en Sistemas de la Información (Universidad del Salvador /1999-2003),
Magíster en Política y Gestión de la Ciencia y la Tecnología, por la Universidad de Buenos Aires (UBA / 2004-2010, donde defendió con éxito la tesis “Necesidad de una Política Pública Integral con Foco en las Tecnologías de la Información y la Comunicación y el Mercado Laboral”).

Una año atrás, Paula Nahirñak disertaba en la UNaM

En el período 2010-2015 trabajó en el CONICET como Coordinadora en la Dirección de Informática. Se desempeñó como representante titular por el Ministerio de Hacienda de la Nación en el Consejo Consultivo para la Innovación y el Fomento de la Innovación Tecnológica; fue miembro del Consejo Asesor del Repositorio Institucional CONICET Digital; y desde 2011 integra la Comisión Directiva de la Maestría en Política y Gestión de la Ciencia y la Tecnología de la UBA. Asimismo, cuenta con experiencia en la docencia ya que dictó materias de posgrado en la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE), la Universidad Nacional de Misiones (Maestría en Gestión Pública -2017-  donde además dio charlas), la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), y en la Universidad de Buenos Aires. Ha participado en diversos proyectos auspiciados por organismos internacionales. Se desempeña desde 2018 como subsecretaria de Coordinación Institucional, dependiente de la Secretaría de Articulación Científico Tecnológica, en el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MinCyT).

Actualmente como número dos del secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Alejandro Cosetino, Paula Nahirñak tiene un rol relevante, más del que tuvo durante el gobierno de Mauricio Macri. En aquella gestión también colaboró previamente con Alfonso Prat Gay en su paso por el Ministerio de Economía.

Las bibliotecas de Ciencia y Tecnología
Desde el punto de vista operativo, entre otras cosas, de ella dependen los presupuestos que sostienen las Bibliotecas de Ciencia y Tecnología de las Universidades Nacionales, que cuentan con proveedores internacionales, hoy virtualmente suspendidos pues no se renovaron contratos de servicios vencidos el 31 de diciembre de 2023.

La Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de La Plata ha expuesto el problema.

«De acuerdo con información oficial recibida recientemente de la Biblioteca Electrónica de Ciencia y Tecnología (BECyT) -programa que hoy depende de la Subsecretaría de Ciencia y Tecnología a cargo de la Mg. Paula Nahirñak- a partir del mes de marzo iniciarán negociaciones con las editoriales internacionales a fin de consensuar términos y costos en función de las necesidades actuales. Asimismo, informaron que están analizando el uso de los distintos recursos disponibles en los últimos años a fin de tomarlo como indicador para adecuar los nuevos contratos.

Ante esta situación y hasta que se llegue a un acuerdo en las negociaciones es probable que encuentren que las plataformas a las que tenemos acceso a través de la BECyT ya no ofrezcan contenidos posteriores a la fecha de expiración de los contratos vencidos (31/12/23) aunque sí estarían garantizados la posibilidad de consulta a los períodos pagos anteriores. Algunos proveedores están manteniendo un acceso provisorio a la espera de estas negociaciones, mientras que otros se están interrumpiendo (p.e. Scopus desde el 5/3/2024).

Desde la Sec. de CyT de la UNLP y las Bibliotecas de la UNLP manifestamos nuestra preocupación por el futuro de este programa mediante el cual nuestros estudiantes, docentes e investigadores/as pudieron acceder durante todo este tiempo a la consulta de bases de datos y publicaciones científicas actualizadas que son vitales para el desarrollo científico-tecnológico de nuestra institución y de todo país.

Consideramos que la BECyT es un recurso estratégico para el sistema científico nacional y el acceso a la información científica, por lo que debe sostenerse.»

Los despidos
Con las 40 nuevas desvinculaciones que se harán efectivas a fin de mes ya suman 129 despidos en el ex Ministerio de Ciencia y Tecnología desde que asumió el Gobierno de Javier Milei.

Bajo una nota emitida este miércoles, la ahora Subsecretaría de Ciencia y Tecnología a cargo de Paula Nahirñak despidió a otros 40 trabajadoras y trabajadores en el marco de «un análisis de programas y políticas públicas» que llevaban adelante las diferentes áreas del ex Ministerio.

«En atención a ello y a las nuevas estructuras de las áreas bajo mi dependencia es que se acompaña, en archivo embebido, la nómina del personal que no ha podido ser reubicado conforme las funciones de las diversas áreas. Atento a lo manifestado, se solicita efectuar las gestiones necesarias para notificar que los contratos no serán renovados una vez efectuado el vencimiento al 31 de marzo del 2024«, completaron en el escueto comunicado.

La mayoría de las bajas informadas «son Art. 9 o planta transitoria», es decir trabajadores y trabajadoras con contratos que debían ser renovados el 31 de marzo próximo -se renuevan anualmente-; otros/as de planta permanente fueron removidos de su lugar de trabajo o de sus programas y los ponen ‘a disponibilidad’ y por último están los contratos 1109 (por el decreto 1109/17 de Mauricio Macri), que deben facturar siendo un contrato a través del Estado.

“Vinieron a desguazar la ciencia y la tecnología. Vinieron por todos los trabajadores estatales”, denunciaron en un comunicado de ATE desde el sector científico y aseguraron que “se triplicaron los despidos”.

Bajo la consigna “¡Ni un despido el Conicet!”, exigieron: renovación de los contratos administrativos, reincorporación de las y los despedidos, aumento del presupuesto para CyT, continuidad de las becas, recomposición salarial urgente, efectivización de las altas de las convocatorias para el ingreso de científicos de carrera y para la carrera de profesional y técnicos de apoyo y restitución del pago de horas extras.

“Todas y todos con antigüedad, capacitación y experiencia en sus tareas”, aclararon. Y señalaron como responsables de “estas familias en la calle” al jefe de Gabinete, Nicolás Posse; al secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Alejandro Cosetino; y a la subsecretaria de Ciencia y Tecnología, Paula Nahirñak.

En este contexto, convocaron a un paro nacional del Conicet con movilización a la jefatura de Gabinete. Exclamaron: “el momento de defender el Conicet y sus trabajadores es ahora”.

La funcionaria designada
Los despidos en el área científica vienen motorizados (o canalizados) por Nahirñak. El comunicado que promovió días atrás decía que en el marco de «un análisis de programas y políticas públicas» que llevaban adelante las diferentes áreas del ex Ministerio «y a las nuevas estructuras de las áreas bajo mi dependencia es que se acompaña, en archivo embebido, la nómina del personal que no ha podido ser reubicado conforme las funciones de las diversas áreas. Atento a lo manifestado, se solicita efectuar las gestiones necesarias para notificar que los contratos no serán renovados una vez efectuado el vencimiento al 31 de marzo del 2024«.

«Nombraron una ñoqui para destruir la ciencia argentina», aseguran desde el ex Ministerio. Y relatan: «luego de ser funcionaria del macrismo se consiguió un contrato jerárquico en la Dirección de Sistemas del Conicet, a partir del 2020, pero nunca trabajó y lo ocultó».

«Durante el gobierno de Alberto Fernández, Paula Nahirñak mantuvo un perfil bajo. En connivencia con su anterior jefe, Diego Asensio, se consiguió un nombramiento en la Dirección de Sistemas del Conicet. Por ese cargo, consiguió un grado A4 con plus informático, lo que al cambio actual significaría un sueldo mensual de $ 1.800.000, aproximadamente», acotaron.

Otro toque polémico
La ahora ex directora del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCYT), Marisa Censabella, dejó la gestión el viernes pasado. Al momento de su salida, advirtió en una dura carta que los proyectos de investigación corren riesgo y que se vienen más despidos en la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. La investigadora del CONICET reveló, además, falta de conocimiento del sector por parte de las nuevas autoridades y una actitud sumamente hostil para con la comunidad científica.

Censabella ocupó un puesto clave en todo el entramado de ciencia y tecnología. Fue designada en octubre del 2022, durante la gestión anterior, al frente del FONCYT, el principal fondo de apoyo a la ciencia básica y aplicada que administra más de 6.000 proyectos y que sostiene actividades en el Conicet y en universidades públicas y privadas.

Censabella consideró que las consecuencias de estos tres meses “son más de destrucción que de construcción de algo nuevo”. “Yo hablaba con el secretario Alejandro Cosentino y la subsecretaria Paula Nahirñak. Supuestamente eran reuniones de trabajo, pero no se trabajaba. Era simplemente escuchar un discurso de que había que alinearse a la nueva gestión sin especificar hacia dónde íbamos”, contó la exfuncionaria a este medio.

También describió que puertas adentro se vive un clima sumamente hostil hacia la comunidad científica: “Escuché expresiones de mucha violencia para con los becarios y de pretendidas acciones punitivas hacia personas que mandan muchos mails a las casillas de las autoridades pidiendo alguna recomposición de ingresos”.

La investigadora del CONICET sostuvo que los funcionarios actuales “no tienen ninguna experiencia ni trayectoria en la ciencia” y remarcó: “Pregunté muchas veces cuál era el rumbo. Manifesté que había que transmitirlo a los investigadores, pero me decían que todavía no era el momento. La sensación es que no saben hacia dónde va el sistema científico”.

Marisa Censabella dijo que “los pagos de subsidios han sido suspendidos”. En ese sentido, explicó que la Agencia “no pagó nada en 2024”. Sobre este punto, especificó que la deuda de la institución ya asciende a más de $3.000 millones. “El parate en los pagos tiene que ver con licuarlos a largo plazo”, especificó.

Según contó la investigadora, las órdenes de no ejecutar las partidas llegaban directamente de la Jefatura de Gabinete que conduce Nicolás Posse, “que controla todos y cada uno de los movimientos”, a pesar de que la Agencia I+D+i es hasta ahora un organismo descentralizado.

Censabella excluyó de lo sucedido en estos meses a Alicia Caballero, flamante presidenta de la Agencia. Pero pidió a las autoridades “reflexionar, consultar al personal especializado y dar señales a toda la comunidad científica de hacia donde se piensa llevar el sistema”.