La defensora Elsa Molinas de Fragueiro apeló el fallo de la jueza de Familia Marta Julia Alegre, quien no se expidió sobre el pedido de aborto que solicitó una adolescente de catorce años supuestamente violada por su tío y cursa la semana once de gestación. El expediente ya fue remitido a la Cámara Civil y Comercial para que revise la decisión de la magistrada de primera instancia. La Iglesia dio a conocer su opinión sobre el polémico caso.
El martes, el ministro de Salud Pública, José Guccione, sostuvo que la familia equivocó el camino al pedir autorización a la Justicia para realizar el aborto. Ya con el caso judicializado, los médicos exigen ahora una autorización explícita de los magistrados para evitar luego alguna denuncia penal que, incluso podría derivar en la suspensión de la matrícula.
El abusador se encuentra detenido y esta semana fue notificado del procesamiento con prisión preventiva. La decisión la tomó el juez de Instrucción Ricardo Balor, quien de esa manera también brinda protección legal al médico que eventualmente realice el aborto.
El magistrado también pidió a Salud Pública que en el caso de efectuarse la interrupción del embarazo, se tomen las medidas necesarias para preservar tejidos del feto, a fin de realizar un examen de ADN y corroborar la paternidad del imputado.
La nena, que tiene catorce años y cursa sexto grado en una escuela del barrio Villa Dolores, fue violada a fines de mayo tras esperarla a la salida del establecimiento educativo.
El equipo de abogados del Ministerio de Salud Pública, informó a la justicia qué puede pasar y cuáles son los riesgos en caso de que a la menor se le practique el aborto. Además uno de los asesores precisó que es riesgosa la intervención por el estado avanzado de gestación. La menor ya transita la décima semana.
El representante de la Diócesis de Posadas manifestó la terminante resistencia de la Iglesia católica al aborto que solicitó la familia de la adolescente que quedó embarazada al ser violada por su tío. «Este niño por nacer no es un riñón sino una vida humana», expresó monseñor Juan Rubén Martínez.
«Es una personita, una vida humana y ninguna decisión puede tomarse contra otra persona», señaló el representante de la Diócesis católica de Posadas. «Hay que buscar una salida de contención para ayudar a la chica», agregó el sacerdote.
En el discurso de Martínez, la vida de la mujer solo cuenta como vida de madre en potencia. «¿Quien protege en nuestra sociedad a ese niño por nacer que es totalmente inocente?», se preguntó el sacerdote.
El prelado remarcó la necesidad de proteger los derechos del bebé y dijo que «hay que hacer un acompañamiento a la adolescente desde el amor». Además mencionó la posibilidad de entregar al niño en adopción. «Quien realiza un aborto termina muy dañada», opinó Martínez.
La chica que denunció ser violada por su tío está cursando el sexto grado en una escuela a unas cinco cuadras de su domicilio, donde según el hermano se habría producido el ataque a la menor, no sabe si fue a la entrada a la mañana o a la salida, en un baldío en el barrio San Jorge y bajo amenazas con una trincheta.
Viven en un barrio de Posadas de calle de tierra, la casa es de madera a orillas de un canal de agua de la calle, son once hermanos pero dos viven aparte cada uno haciendo sus vidas.
