«Si llega a ser gobernador, me voy a poner ahí para que me balaceé. A ver si este pueblo entiende que no puede votar asesinos», dijo la polémica diputada de Cambiemos.
Parece que las vacaciones en Estados Unidos no fueron suficientes para Elisa Carrió, quien lejos de mostrarse relajada volvió más picante que nunca. Pese a que tras caer en las PASO de Cambiemos ante Mauricio Macri había afirmado que de ganar el kirchnerismo en octubre tenía pensado dejar el país, Lilita se desdijo y planteó un insólito desafío al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández: “Si llega a gobernador, lo voy a desafiar a que me mate”.
Sobre esto, en diálogo con Infobae, la chaqueña amplió: “A los matones hay que ponérseles enfrente. Que me mate a mí y que lo vea la Argentina. Si llega a ser gobernador, me voy a poner ahí para que me balaceé. A ver si este pueblo entiende que no puede votar asesinos”.
Por otra parte, al ser consultada sobre si confía en Macri, Carrió respondió: “Qué se yo. La gente confía, y con eso alcanza”, al tiempo que denunció que “seguramente” le haya “robado votos” en las primarias. Aunque lo eximió de culpas al apuntar: “Fueron los de abajo”.
Finalmente, en cuanto a las elecciones de octubre, la ex precandidata presidencial aseguró que habrá fraude y consideró que “acá todos tienen que votar por Macri y que (Sergio) Massa mantenga un porcentaje de voto peronista. Es decir, una oposición unida, un PJ dividido y el resultado es la república”.