La Unión Industrial Argentina (UIA) informó que la actividad mostró en julio una expansión interanual de 8%, mientras que en los siete primeros meses del año la mejora acumulada asciende al 11,8 por ciento. En tanto respecto a junio pasado, la actividad fabril marcó una variación negativa del 2,3 por ciento.
«Con este resultado la actividad industrial se ubica en un nivel ligeramente superior al del mismo periodo de 2008 (+0,4%)», agregó la UIA en un informe.
No obstante, resaltó, «existe todavía un leve rezago con respecto a los meses de mayor producción de aquel año (el bimestre de septiembre y octubre, previo al impacto de la crisis)».
Aunque se mantiene la tendencia favorable, desde mayo las tasas de crecimiento interanual se ralentizan, en parte por la base de comparación, ya que hacia mediados de 2009 la actividad comenzaba a recomponerse gradualmente, lo cual tiende a moderar la tasa, explicó la central fabril.
Además, agregó, «algunos sectores observaron retrocesos puntuales, ocasionados por restricciones en el suministro de gas», mientras las importaciones o el uso de combustibles líquidos alternativos ocasiona «mayores costos en el proceso productivo».
En otros casos la desaceleración «era previsible dado que, tras una fase inicial de recuperación acelerada, asentada en reutilización de capacidad ociosa, la continuidad del crecimiento comienza a demandar ampliaciones en la capacidad productiva».
La UIA consideró que «esto se da en un marco en el cual la inversión y el empleo se encuentran respondiendo con cierto rezago, dado el incremento de los costos industriales y el avance de las importaciones».
Al respecto, la entidad advirtió sobre «el incremento de las compras al exterior, que vienen expandiéndose a un ritmo acelerado desde diciembre de 2009, alcanzando en julio de 2010 un aumento interanual de 43%».
El informe atribuyó esa tendencia a «la elevada elasticidad de las importaciones respecto al producto, dada la fuerte incidencia del componente importado en insumos intermedios para la producción, y en inversión en equipo durable».
En julio se destacaron nuevamente los aportes de los sectores automotriz (22,2%) y siderúrgico (20%), aunque «dieron cuenta de un porcentaje menor de la expansión, ya que crecieron a tasas inferiores que en los meses precedentes».
Así, en el primer semestre ambos sectores aportaron 68% de la expansión acumulada, mientras en julio su aporte explicó 4,5 puntos porcentuales, es decir, 56% del total (8%).
Excluyendo a estos dos sectores, el resto de los bloques industriales verificó una variación interanual media de 4,5%, en línea con la promedio del año (4,7%).
Los rubros con mejor desempeño en julio fueron: productos textiles; metalmecánica; edición e impresión; minerales no metálicos; y caucho y plástico, aunque al igual que en los casos de automotriz y siderurgia, desaceleraron su ritmo de crecimiento.
Por otro lado, luego de más de un año de tendencia decreciente, la industria de alimentos y bebidas verificó una expansión contra el mismo mes de 2009 (de 5,3%, según datos preliminares) con motivo de la recuperación en molienda, lacteos, y pesca, que contrarrestaron la persistente merma en carnes rojas.
El crecimiento de estos bloques fue parcialmente compensado por las caídas en sustancias y productos químicos y papel y cartón, entre otros, ocasionadas fundamentalmente por las restricciones en el suministro de gas.