River eliminó al ‘Lobo’ y avanzó a la final de la Copa Argentina

Con mucha superioridad durante todo el partido, River venció 2 a 0 a Gimnasia y Esgrima La Plata en el estadio del Bicentenario y jugará la final de la Copa Argentina frente a Rosario Central.

Los goles fueron convertidos por Sebastián Driussi, a los 39 minutos del primer tiempo después de una buena jugada colectiva, y por Lucas Alario, de cabeza a los 43 de la misma etapa, tras un preciso centro de Gonzalo Martínez.

Darío Herrera no cobró un claro penal para el «Lobo» después de una falta de Jorge Moreira a Facundo Oreja, a los 46 del primer tiempo.

Más allá de este yerro del árbitro, River fue superior a su rival, nunca pasó sobresaltos y accedió a la instancia clave de la competencia, que otorga un cupo para la Copa Libertadores 2017 para el ganador. En la primera parte, River ganó el duelo en la mitad de la cancha y a partir de allí, inclinó la cancha.

Pese a contar con menos hombres en ese lugar ya que Gimnasia colocó a cinco volantes, el equipo dirigido por Marcelo Gallardo mostró movilidad en sus intérpretes y paciencia para hacer circular la pelota.

De esta manera, intentó lastimar a un Gimnasia que no pudo interrumpir el circuito de juego del adversario, aunque se cerró bastante bien en los últimos metros de la cancha.

River tuvo en Gonzalo Martínez a su mejor hombre, bien secundado por Andrés D’Alessandro e Ignacio Fernández, a la hora de generar juego.

Sin embargo, le faltó ese último pase que pudiera desarmar a un adversario que juntaba mucha gente en defensa.

No obstante, tuvo tres chances para convertir con tiros desde afuera del área, pero todas fueron bien resueltas por Alexis Martín Arias.

Además, el árbitro Herrera -a instancias del línea Iván Núñez- le anuló de manera correcta un gol a Leonardo Ponzio por posición adelantada a Driussi, quien estorbaba la visión del arquero cuando el tiro se estaba por meter en el arco.

Sin embargo, la paciencia le dio sus réditos a River: «Pity» combinó con D’Alessandro, éste abrió a la derecha para Nacho Fernández, quien desbordó y tiró un centro que empujó Driussi.

Enseguida, llegó el golpe de nocaut: Gimnasia intentó salir jugando desde el fondo, Alario presionó y recuperó el balón ante la lenta salida del peruano Christian Ramos, «Pity» tiró un centro y el propio delantero cabeceó al gol.

Cuando estaba por terminar la etapa, Herrera no cobró un penal de Moreira a Oreja, por ponerle el brazo alto y derribarlo, que quizás hubiera cambiado la historia.

En el complemento, Gustavo Alfaro intentó ser más ofensivo y sacó a un defensor (Ramos) para colocar a un enganche como Lucas Lobos.

En cierto modo, el equipo platense tuvo algo más el balón, pero no logró nunca lastimar a su adversario, que no supo liquidar la historia de contragolpe.

Desesperado, Alfaro intentó que la entrada de Franco Niell por Sebastián Romero le diera mayor compañía a Pablo Vegetti en el ataque, pero al fallar en la elaboración, los delanteros nunca recibieron cómodos.

No obstante, Gimnasia fue inofensivo y Augusto Batalla no pasó sobresaltos, al punta tal que fue casi un espectador más.

Lo único que quizás se le pueda achacar a River, que hizo un muy buen encuentro, fue no haber ampliado la diferencia en algún contragolpe que tuvo en el complemento.