Reconocida concesionaria de vehículos nuevamente envuelta en un escándalo

Carlos Andrés Seewald, propietario de la concesionaria que lleva su apellido, explicó que a raíz de una auditoria interna detectaron que había impuestos que no habían ingresado a Rentas de la Provincia, cuando la empresa -supuestamente- los había pagado. Rentas, de su lado, hizo la denuncia penal. El fraude involucra los impuestos al sello de 159 autos.

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Días atrás, la misma concesionaria también estuvo involucrada en un supuesto caso de chasis adulterados, tema que por el momento la Justicia desestimó.

En lo que respecta a la estafa perpetrada con el impuesto a los sellos, una empleada infiel sería la responsable directa.

Llama la atención los problemas que viene acarreando dicha concesionaria en los últimos meses, ya que es la única que sufre este tipo de inconvenientes.

Hasta el momento no está claro quién es el responsable.

Sewald pagó las deudas a Rentas y desde organismo realizaron una denuncia ante la Justicia. La realidad marca que con el pago de la deuda no existiría delito alguno y todo podría quedar en un traspié administrativo.

El empresario tuvo que pagar los impuestos que supuestamente ya había abonado, para evitar problemas a los clientes.

Se mostró desconcertado ya que «desde Rentas el trámite venía terminado, pero el dinero nunca ingresó».

Desde Rentas no harán declaraciones por el momento y pidieron esperar que la Justicia se expida.

Seewald puntualizó que una vez que el cliente termina la parte de la compra, la concesionaria hace la inscripción del 0 km; para ello paga aranceles y los impuestos al sello, que es del 1,5 por ciento del total del valor del auto. De esta manera, un auto de 60 mil pesos, implica un impuesto de alrededor de mil pesos.

Explicó el empresario que la concesionaria entregó el dinero a la gestoría, que es la que debe pagar en Rentas y en el Registro todos los aranceles. Una vez finalizado el trámite, vuelve la documentación a la concesionaria con el trámite inscripto y papeles que se le dio a los propietarios de los vehículos. El documento que se le daba al propietario del vehículo contaba con el sello de un funcionario de Rentas, por lo cual era legal la documentación.

A raíz de lo ocurrido la concesionaria tuvo que volver a pagar aquello que ya habìa cancelado, aunque figuraba que no lo habían hecho.

El empresario dijo que lo concreto es que el trámite venía terminado, pero que el dinero no ingresó a Rentas.

Se mostró «sorprendido» por lo que pasó y aseguró que no sabe donde está el fraude, «ya que la gestora afirma que pagó los impuestos en Rentas».

Ahora deberán esperar qué determina la Justicia tras la denuncia penal realizada por Rentas.

En total son 189 los vehículos involucrados, por lo que la estafa rondaría los 200 mil pesos.

Por otro lado, podrían estar involucrados también los Registros del Automotor que intervenían en las operaciones, debido a que los trámites se realizaban con fotocopias de los formularios impositivos y ésta sería la otra hipótesis que están siguiendo los investigadores.

En lo que refiere a la adulteración de chasis el juez de Instrucción Fernando Verón decidió archivar las causas que se iniciaron en las últimas semanas a una docena de personas luego que se constatara que algunos vehículos Citroen Berlingo, Xsara Picaso y Peugeot Partner, a pesar de tener números perfectos en su impresión superior, en el reverso de la chapa presentan una leve anomalía que no podrían confundirse con adulteración alguna.

«Se constató que no hubo adulteración por parte de los propietarios y desde la empresa explicaron que se trataría de un problema de la máquina que estampa esos números», dijo el magistrado tras reunirse con dos representantes de la automotriz que desembarcaron este miércoles en Posadas para verificar «in situ» la irregularidad detectada por la División Verificaciones de la Policía de Misiones.

El magistrado dijo que «en 20 días nos enviarán una explicación formal por esta diferencia que halló la Policía». Adelantó que «una vez que hagamos la entrega definitiva del vehículo y archivemos la causa todo quedará reducido a un problema administrativo que deberá resolver el Registro Nacional de la Propiedad Automotor».

Verón agregó que «a partir de ahora, cada vez que se detecte este tipo de problemas vamos a hacer una pericia y dejar constancia en el formulario 12 para que el Registro adopte la medida que considere más adecuada. Este es el criterio que voy a seguir y puede no ser compartido por mis colegas».