Rajoy desafió a los catalanes y dijo que hará cumplir la constitución española

El presidente español rechazó toda posibilidad de ceder a los pedidos independentistas y adviritó que hará cumplir la ley. Este jueves se reunirá con el jefe regional de Cataluña. Se abre un escenario incierto.

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El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, advirtió que hará cumplir la Constitución frente al desafío de los independentistas catalanes, un día antes de recibir en La Moncloa al jefe del Ejecutivo regional Artur Mas, quien recalentó el ambiente asegurando que Cataluña seguirá su camino.

«Yo soy el presidente del gobierno y me he comprometido a guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, y así lo haré», afirmó Rajoy al ser interpelado en el Parlamento sobre el giro independentista de Cataluña en la víspera del encuentro con Mas en Madrid.

En el seno del gobernante Partido Popular (PP), varios dirigentes ya estaban nerviosos y exigían desde hace días a Rajoy un mensaje contundente ante las renovadas aspiraciones independentistas catalanas, pero fue la líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, quien reclamó públicamente «mano dura»

La diputada le pidió que deje claro a Mas que no permitirá que todos los españoles sigan financiando su «nacionalismo identitario» y que si es necesario utilice el artículo 115 de la Constitución, que permite anular la autonomía de gobierno de la que gozan Cataluña y las otras regiones del país.

«La respuesta está en la Constitución», respondió Rajoy.

Asimismo, el Jefe del Ejecutivo español también aclaró al diputado del partido nacionalista catalán Convergencia i Unió (CiU) Pere Macías que no apoya el pacto fiscal -el reclamo de una Hacienda propia- de Mas y subrayó que «no es el momento de generar más problemas e inestabilidad política»

«Si las cosas se nos van de las manos no debemos arrastrarnos por los acontecimientos», porque «lo peor es empecinarse en el error», sentenció.

La deriva soberanista que tomó Cataluña en la última semana se convirtió en un problema político de primera magnitud, a tal punto que el rey Juan Carlos decidió intervenir ayer haciendo un llamado a la unidad de España y alertando que «lo peor es perseguir quimeras y alentar disensiones».

La inédita intervención del monarca, que no gustó a nacionalistas y separatistas, fue una señal de la preocupación que existe en las altas esferas del poder por el pulso lanzado por Cataluña, justo cuando España atraviesa un momento económico crítico y estudia acudir a un rescate soberano para evitar el default.

Una multitudinaria manifestación separatista celebrada el pasado 11 de septiembre, con motivo del día nacional de Cataluña, fue el punto de inflexión, y sus consecuencias son aún impredecibles.

El nacionalista moderado Mas se había mostrado partidario de avanzar hacia la independencia en el pasado, pero no fue hasta después de la masiva marcha de Barcelona que se puso al frente de este histórico reclamo

En independentismo parece estar cobrando fuerza en Cataluña alimentado por la crisis económica y ante el descontento social por los recortes impuestos desde Madrid.

En las últimas semanas, tres pueblos de esta región nororiental, la más rica de España, se declararon «territorios catalanes libres» y «sin injerencias extranjeras», un hecho que no tiene efectos jurídicos pero que es simbólico y muestra el estado de ánimo de una parte de la sociedad.

Pero el proyecto político de Mas pasaba hasta hace poco por negociar con Rajoy un «pacto fiscal» para Cataluña similar al del País Vasco, y que implica un cambio sustancial en el modelo de financiación para asumir el control absoluto de la recaudación

Sin embargo, la apuesta ahora es mayor y consiste en dotar a Cataluña de instituciones propias de un Estado, según afirmó en los últimos días.

En la víspera de su reunión con Rajoy, Mas dijo que intentará que el pacto fiscal salga adelante por la vía del acuerdo, «pero si no puede ser, Cataluña tiene que hacer su camino, pase lo que pase».

El presidente regional de Cataluña y líder de CiU hizo estas declaraciones tras firmar un convenio de colaboración administrativa, necesario para crear el «embrión» de su proyecto de Hacienda propia, base del pacto fiscal.

En medio de esta conflicto que está derivando en un choque de trenes, el canciller español, José Manuel García-Margallo, sostuvo que la independencia de Cataluña «colocaría a esta región en la ilegalidad de la Unión Europea (UE)» y en la perspectiva de «estar fuera de Europa por tiempo indefinido, casi eterno».

Las adhesiones a la UE son por unanimidad, por lo que la independencia es un «camino sin salida», advirtió el ministro en Barcelona, dando a entender que España vetaría una eventual entrada de Cataluña en el bloque.