Posadas, Misiones | Fiesta estudiantil de primer año transmutó a una noche de espanto

Los alumnos que cursan el primer año de secundario en el Colegio Roque González nunca olvidarán lo sucedido en su fiesta de bautismo: ocho adolescentes ajenos al instituto los amenazaron con navajas y una pistola de juguete con fines de robo

Lo que prometía ser una inolvidable noche de fiesta de bautismo de ingresantes al nivel secundario será en verdad imborrable: una banda de adolescentes ingresó al Colegio Roque González y comenzó a amenazar a los soprendidos niños con fines de robo. Alertados los responsables del festejo, solicitaron presencia policial y el resultado fue que identificaron a ocho precoces asaltantes y los pusieron a resguardo de sus padres, como manda la legislación vigente. La fiesta, con sabor amargo, terminó a las 22:30, bastante antes de lo previsto.

La capital de Misiones se conmocionó con la noticia que daba cuenta de un hecho nunca antes verificado de adolescentes actuando en banda en medio de una fiesta para asaltar a chicos que fueron sorprendidos horrorosamente.

En total fueron ocho adolescentes demorados. En poder de los chicos había una réplica de arma y 2 navajas. Los efectivos actuaron ante la demanda de otros adolescentes que dijeron haber sido amenazados.

Los asaltantes, que no son alumnos del Colegio Roque González, tienen entre 13 y 17 años y amenzaron a varios cconcurrentes con un arma de fuego, que después se comprobó que era de plástico y dos navajas.

Medios locales recogen el testimonio de una madre, que contó que su hijo «es uno de los chicos de los primeros años y fue super entusiasmado y feliz a su bautismo, pero llegando ya se veía que eran muchísimos los que llegaban al colegio».

La informante dijo al diario El Territorio que «al ingresar mi hijo se encuentra con sus amigos y al poco tiempo de boca en boca empiezan a escuchar y transmitir rumores de que un grupo de chicos estaba armado, amenazando y robando a otros chicos».

Según ese testimonio, todos estaban alertas, se iban pasando la información y estaban muy asustados, «pendientes de cada movimiento de los profesores, perceptores y agentes de la Policía que estaban presentes. Pero no pudieron terminar la velada ya que prendieron las luces y todos empezaron a irse alrededor de las 22.30».