El presidente de River, Daniel Passarella, aseguró que es «impostergable» el regreso a la Primera División esta temporada y anticipó que «sería un fracaso» no lograr ese objetivo. Sostuvo que «hasta junio» no se irá ningún jugador y descartó así el interés de Racing por ‘Chori’ Domínguez.
«Nuestro objetivo es dejar al club saneado y volver a ser el River que siempre fue. Con los jugadores que tenemos es impostergable el ascenso. Sería un fracaso si no podemos ascender ese año», sentenció Passarella, en una extensa conferencia de prensa, tras presentar oficialmente a los nuevos refuerzos de su plantel: David Trezeguet y Leonardo Ponzio.
Asimismo, aseguró que «de aquí a junio» no venderá a ningún jugador de su plantel «salvo que sea una propuesta muy extravagante» y descartó el interés de Basile por el ‘Chori’ Domínguez.
«Recién me entero de lo del ‘Chori’ (Alejandro) Domínguez. El ‘Coco’ (Basile) no es tonto, tiene buen gusto, busca a los que juegan bien. Es una alegría que un entrenador de selección, alguien con tanta experiencia, piense en un jugador de nuestro plantel, pero va a ser imposible, porque se va a quedar en River», replicó Passarella ante el supuesto interés de Racing por Domínguez.
En el mismo sentido, descartó las posibles salidas de Lucas Ocampos y Ezequiel Cirigliano, por quienes -según el presidente ‘millonario’- hubo sólo «especulaciones y rumores», pero que no llegaron a plasmarse en «ofertas por ninguno».
«Ya está, de aquí a junio no habrá novedades. Salvo que sea una cosa muy extravagante, no se toca más nada», sentenció Passarella, quien de esta manera le bajó la persiana a las transferencias en torno al plantel que conduce Matías Almeyda, de cara a la reanudación del campeonato de la Primera B Nacional.
Durante la presentación de los nuevos refuerzos, el ‘Kaiser’ explicó que ambos fueron ofrecidos y que, en el segundo caso, se le preguntó al entrenador -que sólo había pedido un delantero- y éste aceptó su llegada.
«A nosotros siempre nos llegan ofrecimientos de distintos jugadores y se las transmitimos al entrenador. Cuando le dijimos que teníamos la posibilidad de traer a Ponzio, el técnico nos dijo que sí. Podría haber sido un defensor, un volante ofensivo o un comodín, como en este caso, porque puede jugar en muchos puestos. A Ponzio lo trajimos de común acuerdo con el técnico», explicó.
Durante la extensa conferencia de prensa, Passarella se refirió también a su relación con el titular de la AFA, Julio Grondona, con quien meses atrás protagonizó una fuerte discusión -en la que llegó a pedirle su renuncia- y sobre el acuerdo para que River realice su pretemporada en el predio que ese organismo posee en Ezeiza.
«Más allá de las diferencias, con Julio tenemos una relación de muchos años. Cuando él estuvo mal de salud lo llamé y cuando los diagnósticos fueron buenos también lo hice, porque se lo merecía. Nunca me olvido que cuando yo estuve enfermo en el Mundial de México, Grondona, junto a Pascual -un ex dirigente de Ferro- venían todos los días al hospital a verme», recordó.
«Venían todos los días y me traían la camiseta con la que me hubiese tocado jugar -continuó-. Esas cosas no se olvidan. Como le dije a Julio: ‘Los pingos se ven más en las malas que en las buenas'».
Y agregó: «El tema del predio fue una idea que se me ocurrió durante una reunión con Diego Turnes (vicepresidente de River) y así que se lo pedimos a Julio y él nos dijo que no había ningún problema. Yo ya había venido a concentrar aquí con River. Es el mejor lugar que hay en la Argentina, con una concentración de primera, las mejores canchas… Es un lujo, un lugar muy especial».
Asimismo, Passarella descartó que el descenso de su equipo a la Primera B Nacional se haya debido a ese enfrentamiento con el titular de la AFA. «Ese desenlace se debió a otros motivos», respondió lacónicamente.
Inmediatamente, cargó contra su antecesor, José María Aguilar, al recordar que cuando asumió en la institución «había un pasivo mensual de un millón de dólares y en la caja habían 23.000 dólares y 3.000 euros».
«En nuestro primer balance, bajamos de 140 millones de déficit a 80 millones. Nosotros en ocho meses gastamos lo mismo que ellos en cuatro», remarcó.
«A nosotros nos toca comernos las cargadas, los insultos, las responsabilidades… cuando nosotros sabemos cómo son las cosas y hay muchos otros que también las saben. Pero esto es así. Hay que seguir para adelante y bancarse esta situación que tomamos. No hay que parar de trabajar», manifestó.
