La Comisión Fiscalizadora de Papel Prensa emitió un informe con duras críticas hacia el funcionamiento de la sociedad mixta, en el que concluyen que la empresa «presenta extremas irregularidades y debilidades de control» y que los «accionistas privados que ejercen hoy la mayoría automática» la llevan a una situación de «máxima vulnerabilidad».
El reporte -que los accionistas privados de la sociedad, Clarín y La Nación, buscaron evitar que se diera a conocer al intentar cambiar la mayoría estatal de la Comisión Fiscalizadora la semana pasada- enumera los diferentes puntos que considera deficitarios en el funcionamiento operativo de la empresa, según indica el documento al que tuvo acceso Télam.
«De persistir con la estrategia actual por parte de los accionistas privados que ejercen hoy la mayoría automática» se está «poniendo en peligro la continuidad de la empresa como tal», concluye el informe firmado por el presidente de la comisión, Daniel Reposo.
El Capítulo IV (las conclusiones) del denominado Informe de Avance de la Situación Empresaria comienza relatando que la sociedad mixta «opera con un alto nivel de riesgo operativo que de no arbitrarse acciones en lo inmediato tornan vulnerable el cumplimiento de la finalidad societaria».
Se destaca que el Estatuto de Papel Prensa dispone la creación de un Comité Ejecutivo que tiene a su cargo únicamente la gestión de los negocios ordinarios bajo la vigilancia del directorio.
«El Comité Ejecutivo pese a integrarse su conformación anualmente, desde 1992 no sesionó, y pese a ello percibieron sus remuneraciones» sus miembros, informa, y añade a su vez que de la Gerencia General «dependen todas las gerencias, como la de Control de Gestión y Auditoría», en detrimento de «la independencia de criterio y objetividad en su desempeño».
«Ello importa porque conlleva un alto nivel de riesgo por no tener previstos controles por oposición en la operatoria», concluye.
Por otra parte, señala que «la falta de un plan de inversiones genera que la sociedad no cubra la totalidad de la demanda que exigen los distintos medios editoriales» y fundamenta en que la producción de papel en 2009 fue de 158 mil toneladas «mientras que la demanda asciende a alrededor de 250.000».
«Esto denota que la gestión de Papel Prensa SA ha estado orientada principalmente a satisfacer los intereses particulares de los socios privados, más que en el desarrollo de una empresa con proyección de mercado», subraya.
En ese sentido, también denuncia que «durante el ejercicio 2009 el precio de venta del producto a las empresas vinculadas fue inferior al precio de venta a terceros».
Además, resalta que el miembro integrante de la comisión fiscalizadora que reemplazó a Gowland Mitre, Ricardo Siri, se desempeña como síndico ante La Nación S.A., «lo que configuraría una inhabilidad e incompatibilidad en los términos de la Ley de Sociedades».
El reporte denuncia también que, en relación a las ausencias de los diferentes gerentes para presentarse a declarar, «todos los empleados se esmeraron en entorpecer el tratamiento de la investigación».
Además, argumenta que «la sociedad únicamente aprueba un plan de acción de corto alcance, sin que el mismo se encuentre enmarcado en un plan estratégico, y que el gerente general «no participa de las Asambleas, incumpliéndose lo establecido en el art. 240 de la Ley de Sociedades».