Ollanta Humala ganó una elección reñida en Perú y van al balotaje

Perú se encontraba anoche a la espera de la difusión de los primeros resultados oficiales de las elecciones generales del domingo, aún cuando un conteo rápido parcial confirmaba el triunfo del líder nacionalista Ollanta Humala y parecía despejar el segundo puesto a favor de la derechista Keiko Fujimori.

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Humala se aseguraba el pase a la segunda vuelta con 31,5 por ciento de los sufragios válidos según el escrutinio rápido de 69,6 por ciento de las actas electorales realizado por la firma privada Ipsos-Apoyo, que asignaba 23,7 por ciento a Fujimori y 18,9 por ciento al liberal Pedro Pablo Kuczynski.

De ese modo parecía comenzar a despejarse la incógnita sobre el contrincante de Humala en el balotaje, luego de que las tres encuestas a boca de urna difundidas apenas terminó el comicio, lo mismo que los primeros conteos rápidos, reflejaran entre Fujimori y Kuczynski una diferencia menor a tres puntos porcentuales, que es el margen de error en estos casos.

Con pocas diferencias respecto de lo que habían señalado las últimas encuestas de intención de voto, las elecciones fueron tan reñidas como se preveían y Humala asentó su éxito en gran parte del interior del país, en tanto Kuczynski basó su performance en Lima y Callao, y Fujimori, que apenas se impuso en dos provincias, tuvo sin embargo un desempeño más parejo en todo el país y más sólido en el exterior.

De todos modos, el triunfo de este domingo está aún lejos de garantizarle a Humala la Presidencia, en un contexto en el que el electorado pareció dividido entre su propuesta populista de izquierda, la populista de derecha de Fujimori y las de continuidad del modelo vigente de Kuczynski, el ex presidente centrista Alejandro Toledo y el ex alcalde centroderechista de Lima Luis Castañeda.

Toledo y Castañeda, que en distintos tramos de la campaña llegaron a liderar las encuestas de intención de voto, apenas alcanzaron a obtener 15,5 y 9,7 por ciento de los votos, respectivamente, según el conteo rápido de Ipsos-Apoyo.

Así como Humala y Fujimori encarnaron ofertas electorales que se diferenciaron claramente, Kuczynski, Toledo y Castañeda representaron alternativas muy similares y terminaron compitiendo entre sí y, de ese modo, restándose probabilidades de pasar a la segunda vuelta que todos los analistas daban por segura y que se realizará el 5 de junio.

Muchos analistas no descartan que las promesas de «cambio radical» del modelo vigente expresadas por Humala en sus discursos y su plataforma le impidan alcanzar la mayoría de los votos necesaria para consagrarse y unan al resto del electorado detrás de su adversario en el balotaje, sea finalmente Fujimori o Kuczynski.

De hecho, algo así ya le ocurrió a Humala hace cinco años, cuando ganó la primera vuelta pero perdió la segunda frente al actual mandatario, Alan García, quien logró entrar al balotaje pese a que no tenía gran popularidad.

La paridad entre los candidatos había motivado advertencias coincidentes de las autoridades electorales, observadores nacionales y extranjeros, e incluso de la cámara que agrupa a las encuestadoras peruanas, en el sentido de no considerar como definitivos los resultados de los sondeos a boca de urna y esperar los cómputos oficiales.

Por esa razón, a las 19, cuando habían transcurrido tres horas desde el cierre de las mesas, ninguno de los candidatos a la Presidencia había dado un discurso y las pocas declaraciones que hubo de parte de algunos de ellos o de otros integrantes de sus fórmulas o de sus comandos de campaña reflejaron prudencia e invitaron a esperar los resultados oficiales.

Los simpatizantes de Humala, candidato por Gana Perú, recibieron con júbilo los datos, pero el jefe del plan de gobierno partidario, Félix Jiménez, salió rápidamente a afirmar que el líder nacionalista sólo iba a emitir una declaración luego de que se difundiera el primer reporte de la ONPE.

Fujimori, por su parte, pidió a sus simpatizantes «tranquilidad y prudencia» ante los primeros resultados conocidos.

«Creo que es importante un poco de prudencia en este momento, porque hay muchas especulaciones de todo tipo», subrayó.

Kuczynski, a su vez, se autoadjudicó la posición de «empate técnico» con Fujimori, y expresó su confianza en que remontaría en los resultados oficiales sus chances de pasar a la segunda vuelta.

Recordó en ese sentido que en las anteriores elecciones presidenciales, en 2006, los cómputos oficiales corrigieron tendencias expresadas por los sondeos provisorios.

Al margen de la expectativa por la definición de la que era considerada como la elección más imprevisible de la historia peruana, los comicios se desarrollaron en un ambiente de gran tranquilidad, sin que se reportaran incidentes significativos más allá de problemas habituales como la constitución tardía de mesas por falta de autoridades o denuncias de proselitismo en los centros de votación.

En diversos informes que fueron emitiendo durante el día, tanto el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) como la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), que preside el ex canciller argentino Dante Caputo, dieron cuenta de la normalidad del acto electoral. (Alejandro J. Lomuto, enviado especial de Agencia Télam)