Noriega regresó a Panamá tras 22 años y va a una cárcel común

noriegaEl ex dictador Manuel Noriega regresó a Panamá 22 años después de haber sido derrocado por una invasión estadounidense y entregado en extradición por Francia, y fue inmediatamente alojado en una cárcel común, donde cumplirá condenas pendientes por al menos nueve muertes.

 

Con 37 minutos de retraso debido a las medidas de seguridad adoptadas en la escala que realizó en Madrid, el vuelo de la compañía española Iberia que partió esta mañana del aeropuerto parisiense Orly aterrizó a las 18.07 (las 20.07 en la Argentina) en el aeropuerto internacional Tocumen, de la capital panameña.

Allí se había desplegado un impresionante operativo de seguridad, cuyos detalles dijo que desconocía la ministra de Gobierno, Roxana Méndez, y que despistaron a los numerosos periodistas locales y extranjeros apostados, que no registraron el descenso de Noriega del avión.

Un reportero de la televisora local Telemetro afirmó que Noriega estaba vestido con un abrigo, llevaba anteojos oscuros y se emocionó al observar desde el aire la ciudad de Panamá, según reportó la agencia de noticias DPA.

Sólo los cronistas que aguardaban a las puertas de la cárcel El Renacer, en Gamboa, a pocos minutos de la capital, pudieron registrar su llegada allí, aunque sin seguridad absoluta, ya que en dos oportunidades, a las 19.02 y a las 19.38, hubo idénticos movimientos en los que una persona con la cabeza cubierta fue bajada de un automóvil y puesta en una silla de ruedas sobre la cual entró en el penal.

Minutos después del primero de esos operativos, el abogado de Noriega, Julio Berrío -quien aclaró que no conoce personalmente a su defendido-, denunció a los periodistas presentes en la puerta de la cárcel que ni a él ni a los familiares le habían permitido visitar al reo, según pudo verse y escucharse por CNN en Español.

Poco después de las 20 (las 22 en la Argentina), seguía aguardándose que el gobierno confirmara la llegada de Noriega al país y su ingreso en la prisión.

Noriega, de 77 años y con secuelas motrices de un accidente cerebrovascular, viajó custodiado por dos agentes de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ) panameña o seis de la Policía Internacional (Interpol), según diversos medios panameños que, en cambio, coincidieron en que también lo acompañó un médico neurocirujano.

Más temprano, el secretario general del Ministerio de Gobierno, Abdel Almengor, afirmó que Noriega iba ser recluido en una celda individual de características sencillas, con las comodidades básicas, en las que recibiría el trato común de cualquier preso, sin ningún privilegio.

Pocas horas antes de su arribo la prensa distribuyó una fotografía de la celda que supuestamente le correspondería, en la que sólo se veía una cama de una plaza, cubierta por un acolchado celeste, y una pequeña repisa en una pared.

Berrío se quejó de que su defendido, por su edad y su condición de salud, vaya a una cárcel común y no cumpla prisión domiciliaria. «La ley no dice que se benefician todos los panameños excepto el ex general Noriega; en esa forma no se puede legislar en ningún país», dijo el abogado, según reportó el diario Panamá América en su sitio de internet.

El ex hombre fuerte de Panamá fue derrocado por la invasión militar de Estados Unidos iniciada el 20 de diciembre de 1989 y el gobierno que lo sucedió, a cargo del presidente Guillermo Endara, decretó su degradación.

Pasó 21 años en cárceles de Estados Unidos por tráfico de drogas y en 2010 fue extraditado a Francia para cumplir una sentencia de siete años de prisión por lavado de dinero, que fue reducida ante los recursos interpuestos por sus abogados, a causa de la salud minada del reo.

A fin de noviembre, la justicia francesa aprobó su entrega a las autoridades judiciales de Panamá y el presidente de este país, Ricardo Martinelli, dijo entonces que el ex dictador ingresaría en prisión apenas llegara.

Martinelli insistió hoy en que «el Estado panameño ha cumplido jurídicamente y se ha condenado a este señor y debe cumplir su condena; el Organo Judicial seguirá haciendo su trabajo y todo el que comete algún delito en este país lo pagará, no importa qué hizo, quién fue o quién es».

Noriega cumplirá en Panamá condenas pendientes por los homicidios del médico guerrillero Hugo Spadafora en 1985 y del mayor Moisés Giroldi en 1989, y por el fusilamiento de nueve oficiales rebeldes también en 1989.

Asimismo, se espera que se le inicien nuevos procesos judiciales por otras muertes ocurridas bajo su gobierno.