Ese mecanismo que quiere enterrar Sturzenegger en realidad asegura que la yerba mate no sea robada, importada ilegalmente o carezca de la calidad requerida para su venta. En tanto los productores iniciaron un paro y el Gobierno provincial insiste mediante misivas para que se designe un presidente en el Inym (ya practicamente sin signos vitales). 13 mil productores y más de 10 mil tareferos padecen la crisis libertaria.
El ministro designado por el presidente anarco capitalista Javier Milei con la misión de avanzar en un proceso general de desregulación de todas las actividades, se refirió al mercado yerbatero.
Sturzenegger señaló al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) como responsable principal de un supuesto proceso que, siempre de acuerdo con el funcionario, habría convertido a una industria que alguna vez fue competitiva, en un monopolio. Desconociendo tal vez, que el proceso más acelerado de concentración se dio justamente cuando se desreguló por primera vez la actividad yerbatera, en los años noventa, y que la creación del instituto vino a contrarrestar esa concentración del negocio.
“Entonces, lo sacamos al Instituto (en referencia al INYM), que dejó de fijar el precio y los precios cayeron 30%”, indicó, sin aclarar si se refería a los precios en góndola (que no se redujeron, a lo sumo aumentaron por debajo de la inflación) o a los precios de la hoja verde, que cayeron bastante más que un 30%.
El ministro desregulador dijo que después de quitarle al INYM la facultad para fijar precios para la materia prima, se eliminó la “hoja de ruta” (un formulario que se utilizaba para garantizar la trazabilidad) y dejó constancia de la voluntad del Gobierno nacional de eliminar la estampilla, “no la sacamos todavía porque para eso necesito al Congreso”, señaló.
La estampilla a la que se refiere el ministro, es el instrumento mediante el cual se cobra la tasa de inspección y fiscalización, que es la principal fuente de financiamiento del INYM. De avanzar la iniciativa planteada por el funcionario, el instituto se quedaría sin fondos para continuar funcionando.
Los productores yerbateros de Misiones cumplen un paro que podría extenderse hasta marzo próximo, en reclamo de un mayor precio en lo que perciben por cada kilo de hoja verde, debido a “un combo explosivo” que perjudica al sector, según lo definió Marcelo Hacklander, miembro del directorio del Instituto Nacional de Yerba Mate (YNYM).
En declaraciones al programa “Hermosa mañana” por Radio Splendid, el dirigente explicó que como “parámetro general” los productores se manejaban históricamente con “un valor del 10 por ciento del paquete en góndola”, mientras que “hoy el valor que recibimos es de 180 pesos por kilo de hoja verde y los paquetes no bajan de 4.000 a 5.000 pesos”, se quejó.
Voceros de los productores explicaron que la desregulación del mercado produjo un escenario complejo, en el que el paquete sigue aumentando en las góndolas sin que eso se traslade a una mayor ganancia de los agricultores, que incluso tienen dificultades para cubrir los costos de producción.
En este contexto, el próximo jueves 5 de diciembre habrá una marcha federal que tendrá epicentro en Plaza de Mayo, con el objetivo de visibilizar los reclamos del sector, que a inicios de año dejó de tener precios de referencia por la promulgación del DNU 70/2023, que retiró las facultades regulatorias del YNYM.
Hasta entonces, el Instituto establecía un valor que contemplaba los costos productivos y un porcentaje de ganancia para el productor.
Hacklander indicó que a finales de septiembre los costos de producción superaban levemente los 300 pesos por kilo de hoja, pero los secaderos pagaban entonces 180 pesos. “Es decir, lo que se cobra por producir ni siquiera llega a cubrir los costos”.
Otra de las facultades del Instituto que quedó relegada por decreto es la de regular la oferta, con el objetivo de tener un equilibrio con la demanda.
Hacklander explicó que la ausencia de regulación se agravó con una cosecha récord de 968 millones de kilos de materia prima, cuando el promedio anual venía rondando los 850 millones.
“Es un combo explosivo, una superproducción de hoja verde de 968 millones de kilos y encima hay una merma en el consumo” aseguró, y dijo que “hay alguien que se está quedando con una diferencia muy importante que debería llegar a quienes producimos».
El escenario del sector yerbatero llegó a un punto considerado “insostenible por los productores”, que decidieron en asambleas paralizar la “zafriña” hasta marzo del año próximo si no obtienen respuestas a sus reclamos.
“Somos alrededor de 13.500 productores en total y 12.500 somos pequeños y medianos, de entre 5 y 15 hectáreas de producción, que vivimos de esto junto con nuestras familias, y vivimos una situación extrema”, enfatizó Hacklander.
De todas maneras, advirtió que los consumidores no deben temer a un desabastecimiento, ya que “hay stock para un año y medio para abastecer a la Argentina, no hay excusa para que falte yerba en las góndolas”.