Nacionales / Economía | El consumo masivo este año podría llegar a ser menor que en la crisis del 2001

Dos consultoras alertaron por la importante caída que registra el consumo masivo este año, que podría ubicarse por debajo de los niveles de la crisis de 2001. La volatilidad de precios que se vio obligada a frenarse pero sin salarios acordes a la desregulación libertaria hace que el futuro inmediato no sea esperanzador.

El mes de septiembre cerró con la inflación semanal más baja del año para el mercado de consumo masivo, del 0,1%. Así lo registró la consultora Ecolatina, que en su último informe aseguró además que aumentaron las promociones (en cantidad y en descuento), bajó la dispersión de precios y que casi el 90% de los artículos no mostraron cambios. Sin embargo, lejos de ser positivo, advierten que es difícil que sea «sostenible».

El informe semanal de inflación de Ecolatina, calculada en 23 mil precios de comercios online, sostiene que los productos que más bajaron en esta última semana fueron las Leches y productos lácteos (-0,5%), Artículos descartables (-0,2%), Cuidado capilar, Cervezas, Limpiadores y desinfectantes y Jabones y suavizantes para ropa en -0,1%. Se mantuvieron sin cambios los productos de Cuidado corporal.

Los aumentos en esta última semana estuvieron encabezados por el rubro Aperitivos (1,5%), Café, té, yerba y cacao (0,7%) y Azúcar, chocolates y golosinas (0,5%).

Aunque el dato es bueno, se teme que la recesión dure más de lo previsto. Además, la caída de los ingresos no parece tocar piso.

Otra consultora, Scentia, anticipó que el consumo podría finalizar el año con una caída superior al 10%, lo que colocaría al 2024 por debajo de lo que fue el peor momento del consumo en la crisis del 2001.

Según el informe de la firma, la fuerte inflación y la consecuente pérdida del poder adquisitivo de los argentinos fueron factores determinantes en la caída del consumo. «Sabíamos que el segundo semestre sería el más duro del año porque se compara con las mejores bases de 2022, cuando hubo acciones concretas para incentivar el consumo en un contexto electoral», explicó su director, Osvaldo del Río, en una entrevista a la agencia Noticias Argentinas.

Del Río advirtió que el panorama no mejorará en el corto plazo: «Posiblemente veamos caídas de doble dígito hasta noviembre inclusive», añadió. Según sus proyecciones, el consumo podría finalizar el año con una retracción superior al 10%: «Si este año termina con esa caída, estaremos por debajo de lo que fue el peor momento del consumo en la crisis del 2001», afirmó.

Mientras el consumo masivo empaquetado, que incluye alimentos, bebidas, cosmética y productos de limpieza con código de barras, sufrió una contracción del 17,2% en agosto en comparación con el mismo mes del año pasado, también todos los canales de venta están en terreno negativo: «El supermercadismo cayó un 18%, los autoservicios un 17%, y los almacenes y kioscos cerca del 17%. No hay ningún sector que se esté salvando de esta tendencia», concluyó.

Del Río, profundizó en el comportamiento del consumo durante los últimos meses y determinó que los factores para su caída han sido la fuerte inflación y la consecuente pérdida del poder adquisitivo de los argentinos. Según el Indec, en el primer semestre del año, el salario real cayó significativamente, lo que llevó a una migración hacia segundas y terceras marcas.

«Esto no es algo novedoso, la gente migró hacia segundas y terceras marcas», señaló Del Río. Además, añadió: «La gente ya viene desde hace tiempo buscando productos más económicos, tratando de hacer rendir al máximo su capacidad de compra».

Al ser consultado sobre qué se puede esperar para el resto del año, fue claro: «No vemos una mejora en el corto plazo. Las caídas van a continuar, y aunque el consumo se ha estabilizado, la situación no deja de ser preocupante»