Atendiendo a la preocupación de los colonos de Colonia Aurora por el desprendimiento de tierra en la chacra de Orestes Tatcheto, el ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables realizó una inspección en terreno con personal técnico compuesto por ingenieros forestales e ingenieros agrónomos, acompañados por geólogos del ministerio del Agro. Al hablar del desplazamiento que sufrió la tierra debe considerarse que se trata de un suelo pedregoso con pendientes pronunciadas hasta 20 metros y que presenta además aguas subterráneas, lo sucedido es un proceso natural que generalmente lleva muchos años para producirse pero en este caso las lluvias y tormentas de los últimos días, la intensa actividad extractiva del monte nativo sumado al embalse de agua que se pudo observar aceleraron el proceso de degradación.
Es importante destacar además que no se trataron de dos hectáreas tal como se difundió sino que según los datos arrojados de mediciones GPS el ancho no es mayor a los 70 metros, las rocas y fragmentos de tierra deslizaron hasta 100 metros debido a que el terreno presenta características de pendiente natural.
El Ministerio de Ecología recuerda que en este tipo de suelo, denominado 6B y en terrenos con pendientes se encuentra prohibido realizar rozados ya que para evitar la erosión es necesaria la presencia de masa boscosa.
Es necesario que las personas que se acercan al lugar para ver este fenómeno tomen conciencia de que al haberse desprendido recientemente la tierra existen posibilidades de que vuelva a ocurrir por lo que se debe tener precaución .
Finalmente se comunica que los profesionales continuarán realizando trabajos de inspección y estudios geológicos.
El hueco en la tierra apareció el miércoles de la semana pasada, después de una fuerte tormenta. Todo ocurrió en Colonia Aurora, en el paraje kilómetro 14 de la ruta 222, a poco más de diez kilómetros de la ruta Costera 2 que llega hasta El Soberbio y a unos 40 de San Vicente. Es en una chacra, donde la pendiente es acompañada por el agua que se filtra por vertientes. Y aunque una de las hipótesis justamente era la filtración, los colonos de la zona esperan una explicación oficial ante tamaño desastre.
Es que donde había monte nativo, hoy solo queda un revoltijo de tierra, piedras y árboles con sus raíces hacia arriba y las copas enterradas a varios metros de profundidad.
Al hablar del desplazamiento que sufrió la tierra debe considerarse que se trata de un suelo pedregoso con pendientes pronunciadas hasta 20 metros y que presenta además aguas subterráneas, explicaron los profesionales de Ecología.
«Lo sucedido es un proceso natural que generalmente lleva muchos años para producirse pero en este caso las lluvias y tormentas de los últimos días, la intensa actividad extractiva del monte nativo sumado al embalse de agua que se pudo observar, aceleraron el proceso de degradación», indicaron.