En medio falsas noticias sobre bonos de fin de año para los estatales provinciales de Misiones, el gobernador Oscar Herrera Ahuad admitió sin mayores precisiones que se analiza una retribución de ese tipo para enero. Menos aún se habla sobre la política salarial para 2020, teniendo en cuenta que 2019 abrió con un aumento salarial masivo del 23 % pagado en dos cuotas enero y febrero) y que en diciembre había reclamos gremiales que rondaban el 32% desde diciembre y a cuenta de futuros aumentos. Para colmo, en este clima de incertidumbre, la Nación establecería aumentos salariales generales oscilantes entre 5 y 8 mil pesos. Las sumas fijas nunca fueron justas ni equiparadoras; muy por el contrario, achatan la pirámide salarial.
Las novedades de 2019
Todos los empleados públicos de Misiones recibieron al comenzar este año un incremento salarial de 23%. La recomposición se realizó en dos cuotas consecutivas e iguales y fue percibida con los sueldos de enero y febrero, alcanzando también a los jubilados y pensionados provinciales.
Si bien no se estableció una cláusula gatillo, desde el Gobierno dijeron entonces que se acordó un monitoreo permanente de la evolución de la economía y una eventual renegociación en septiembre si la inflación se dispara muy por encima del aumento salarial otorgado. Este paso nunca se dio, pero compensó con un bono distribuido en tres pagos de $ 2.500 pesos desde septiembre, que depositó a los asalariados estatales con el opíparo diciembre, enriquecido con el aguinaldo, pagado en tiempo y forma el 18/12. Pero no es menos cierto que el salario estatal se clavó en la recomposición del 23 % de enero, superada por una inflación que la duplicó con creces.
Le espera una dura tarea a la prolija administración conducida por la Renovación misionera desde hace varios años y que con ingeniería financiera perfeccionista viene piloteando Adolfo Safrán, el Ministro de la Hacienda provincial, pues en 2018 los empleados estatales perdieron por goleada frente a la inflación: habían acordado un incremento del 20 % en varios tramos y la inflación rondó el 47 %. Parte de esas pérdidas fueron compensadas con un bono de fin de año de $ 5.500.
Desde el Ejecutivo defendieron aquella distorsión, al señalar que Misiones estaba entre las tres o cuatro provincias que mayores incrementos otorgó a sus empleados.
Ya en 2019, el incremento salarial otorgado tuvo algunas novedades: fue general y al básico, motivo por el cual impactó con fuerza en el escalafón jerárquico.
Históricamente, en enero mejoraban los ingresos de la Policía y Servicio Penitenciario; en febrero, lo docentes recibían sus mejoras (casi se puede decir que eran aumentos estacionales, a poco del inicio de clases); los demás empleados públicos debían esperar el discurso gubernamental del 1 de mayo ante la Legislatura para conocer cuál sería el aumento salarial para los próximos doce meses.
En 2018, ya hubo una modificación: los aumentos que se daban a fines de mayo, se liquidaron con los haberes de abril.
Y en este año que termina, el aumento fue generalizado y masivo desde el arranque, lo que equilibró el sistema y fue recibido por los beneficiarios como un procedimiento equitativo que ya no debería tener retrocesos.
A eso debe sumarse una serie de programas que permiten ahorros en la canasta familiar y otros productos utilizando la tarjeta del banco que oficia de agente financiero de la Provincia, impidiendo que cayera el consumo a niveles críticos, como sucedió en casi todo el país.
En el camino, el gobernador Hugo Passalacqua decretó que el salario mínimo de los empleados estatales de la provincia se elevaba a $16.875 desde septiembre, medida que se dio en el marco de lo dispuesto por el Consejo Nacional del Salario, que fijó ese piso salarial a nivel nacional y estipuló pagar el aumento en tres tramos, de agosto a octubre, Sin embargo, en Misiones, el pago se produjo en una sola cuota y no solo eso: alcanzó a todos los que estaban por debajo de ese haber, y también recibieron mejoras los jubilados del sistema provincial, cuyo haber mínimo pasó de $ 9.438 a $ 11.660.
Además de tener especial vigilancia sobre las previsiones para 2020, con un presupuesto que se aprobó con bastante antelación a lo que sucede con la economía nacional y las decisiones de la nueva administración, el Gobierno Provincial analiza una política salarial que contempla a todo el territorio, pues hay 76 municipios que también deben satisfacer la demanda de sus empleados. La prudencia en la propuesta es central, pues los recursos municipales no tienen el mismo flujo que la provincia y el equilibrio es muy delicado.
