Mira de que se trata #Niunomenos: la marcha contra el maltrato animal

Proteccionistas y rescatistas de animales realizaron en Mar del Plata una movilización en defensa de los animales. La convocatoria tuvo lugar este sábado en la Plaza San Martín frente a la Catedral. Más de 500 personas, algunas junto a sus animales, marcharon bajo el lema de «Ni Uno Menos»; la consigna fue el reclamo por los derechos de los «sin voz»; el lei motiv: frenar la violencia y el abuso que sufren a diario en manos del hombre; y el objetivo principal: generar consciencia sobre una problemática que se incrementa día tras día.

«Marchamos en silencio y en paz. Los animales no tienen voz, nosotros los representamos a través de nuestros pasos», expresó entusiasmada la periodista María Luisa Adjamian, precursora de la movilización pacífica. La conductora del programa «Perdidos y encontrados» que se transmite por Canal 2 de Mar del Plata, hizo hincapié en la «falta de leyes rigurosas contra el maltrato animal».

 La Constitución Nacional sólo hace una mención implícita de los derechos de los animales en su artículo 41, referido a la preservación ambiental, estableciendo que «las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales».

La intención de una legislación que proteja a los animales se remonta a 1891, cuando el 25 de julio de dicho año fue promulgada en Buenos Aires la ley 2876, que dictaminaba la prohibición de malos tratos a animales.

Luego tuvo lugar la ley Nacional 14346 sancionada en 1954 que penaba los malos tratos y actos de crueldad a los animales. En 1989 Martha Gutiérrez, presidenta de ADDA –Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal-, trabajó con el autor de la vigente Ley Nacional de protección a los animales, Antonio J. Benítez, con el propósito de reformarla, para su actualización y ampliación. Desde ese entonces, sólo se consiguió la elaboración de un proyecto de ley, cuyo trámite parlamentario data del 14 de marzo de 2014 y sobre el cual aún no se ha avanzado.

«Lamentablemente, nadie hace caso a la ley 14346, no se aplica ni se tiene en cuenta», sentenció con indignación la rescatista Adjamian. Sin un verdadero amparo legal, proteccionistas, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos, trabajan día a día para fomentar las denuncias en contra del maltrato animal. Las mismas incluyen cualquier acto de maltrato o crueldad, la tenencia irresponsable de los dueños de mascotas domésticas, la explotación de los animales que van desde el uso de caballos en trabajos forzosos, hasta las peleas de pit bulls y las carreras clandestinas de Galgos, entre otras.

Pese a la laguna legal, el maltrato animal es un delito punible, de Acción Pública –es decir que puede ser denunciado por cualquier persona- y que puede ser denunciado ante la Policía, el Juzgado del Crimen o Fiscalía según la jurisdicción.

La marcha tuvo como intención que se comiencen a respetar los derechos de los animales y a conseguir cierto apoyo estatal: «Queremos que las autoridades nos ayuden a los rescatistas, con insumos y planes educativos que generen consciencia desde la niñez sobre la tenencia responsable de los animales. No queremos ver más perros en la calle. Queremos que se cumplan las leyes en contra del maltrato animal», explicó Adjamian y agregó: «Merecen el respeto de todo ser viviente, por eso marchamos y decimos ´Ni uno menos´». Por otro lado, la proteccionista se mostró esperanzada con la conversión del Zoo de Buenos Aires en un ecoparque: «Me da mucha alegría, espero que se lleve a cabo la transformación prometida y que sirva de ejemplo para el resto de los zoológicos».

El caso colombiano
Recientemente entró en vigencia una norma rigurosa contra el maltrato animal. La nueva ley 1774 reconoce a los animales como «seres sintientes» y quienes «incurran en actos dañinos y de crueldad» tendrán que pagar multas que van de los 1.000 a los 10.000 dólares. También establece que «para quien cause la muerte o lesione gravemente la salud o integridad física de los animales» silvestres, domésticos y amansados, la pena implicará una condena de entre 12 y 36 meses de cárcel y una multa de hasta 12.700 dólares.Por Tamara Kapitula para Infobae