Matrimonio homosexual: “Argentina a la vanguardia de la igualdad de los derechos”

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, celebró que «la Argentina esté a la vanguardia de la igualdad de derechos independientemente del sexo» al referirse a la sanción de la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobada esta madrugada por el Senado de la Nación. Desde el Episcopado aseguran que la ley «violenta principio de igualdad»

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El ministro también destacó la posibilidad de modificar el código civil entendiendo que «lo que rige el matrimonio es la ley civil y nos parece un avance sustantivo y muy importante la difusión que se dio en ambas cámaras del Congreso».

«Estamos absolutamente orgullosos de que la Argentina avance en darle derechos a las minorías y sobre todo cuando se hace desde posiciones mayoritarias», dijo Randazzo al asistir en la localidad bonaerense de Hudson al lanzamiento del plan de control vial en las rutas.

Por su parte el asesor laico de la Conferencia Episcopal Argentina, Guillermo Cartasso, afirmó que la sanción de la ley de matrimonio de personas de mismo sexo, aprobada esta madrugada, «violenta el principio de igualdad» y «afecta profundamente el régimen de filiación y desconoce el derecho del niño a la identidad».

«Lo que estuvo en discusión hasta ayer fue un proyecto de ley y en este sentido creo que lo que ha sancionado el Congreso violenta el principio de igualdad, ya que se pretende tratar de idéntica manera a situaciones que evidentemente no son idénticas entre sí», dijo Cartasso en un comunicado de prensa.

El dirigente laico expresó asimismo que «todos somos iguales ante la ley y ante los ojos de Dios» y manifestó su rechazo a «cualquier tipo de discriminación arbitraria que opere en contra de cualquier persona, cualquiera sea su condición».

En tanto, Cartasso consideró que la sanción de la ley «afecta profundamente el régimen de filiación y desconoce el derecho del niño a la identidad», ya que «establece que un niño nacido de una mujer pretendidamente casada con otra mujer sea anotado con dos mamás y sin papá, alterando profundamente sus vínculos más íntimos y fundantes de la personalidad».

«La ley sancionada, además de no ser beneficiosa para la edificación de una sociedad justa, es de una factura paupérrima que deja muchos puntos sin solución y que plantea a futuro muchos interrogantes sobre todo en lo constitucional y en materia del interés superior del niño», consideró.

Por último, lamentó las declaraciones «insultantes, ofensivas y descalificantes hacia obispos de mi Iglesia» del jefe de la bancada del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, en el cierre del debate ayer en el Senado, que «no edifican una cultura de la paz ni se compadecen con la diversidad lógica que existe en una sana democracia».