Libia: potencias mundiales acordaron crear un fondo para financiar a los rebeldes

Potencias mundiales acordaron crear un fondo para financiar a los rebeldes que quieren derrocar el gobierno de Libia, y Estados Unidos propuso además liberar parte de los 30.000 millones de dólares de cuentas congeladas al Estado libio para ayudar aún más a los insurgentes anti Muammar Kaddafi. Un total de 22 países y organizaciones internacionales, entre ellos las naciones que participan de bombardeos en Libia en apoyo a los rebeldes, se reunieron hoy en Roma para discutir una financiación de los sublevados, que dicen necesitar 3.000 millones de dólares para salarios, comida, medicamentos e insumos básicos.

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La Conferencia de Roma, que coincidió con nuevos combates entre rebeldes y tropas libias en el oeste del país africano, acordó la creación de un fondo bajo supervisión internacional al que podrán tener acceso los insurgentes libios para comprar productos de primera necesidad, anunció el canciller italiano, Franco Frattini.

Frattini dijo que países del Grupo de Contacto ya ofrecieron 250 millones de dólares para este fondo.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, dijo a la conferencia que el gobierno de su país, en consonancia con el Congreso, quiere «aprovechar una porción de esos fondos de propiedad de Kaddafi y del gobierno libio en Estados Unidos para ponerlos a disposición para ayudar al pueblo libio».

Estados Unidos ya prometió 53 millones de dólares en ayuda humanitaria para Libia y autorizó hasta 25 millones de dólares en asistencia «no letal» para los rebeldes, incluyendo provisiones médicas, botas, tiendas, raciones, escudos antibala, dispositivos para visión nocturna, entre otras cosas.

Se espera que el primer embarque de ayuda norteamericana llegue en los próximos días al puerto de Bengazi, la sede central de la insurrección, en el este de Libia, dijeron funcionarios.

Al igual que en su primer encuentro, el mes pasado en Qatar, el Grupo de Contacto pidió la renuncia de Kaddafi.

En una declaración final, el grupo, que incluye a la ONU, la OTAN y la Liga Arabe, dijo que el tiempo del gobierno libio de Kaddafi se «está terminando».

«Intensificaremos las presiones sobre el régimen» y «garantizaremos que las acciones criminales e inhumanas» contra civiles «no queden impunes», subrayó el texto, citado por la agencia de noticias italiana ANSA.

Mahmoud Jibril, presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano de gobierno de facto creado por los rebeldes en Bengazi, expresó su beneplácito por los fondos prometidos.

«Estamos más que satisfechos», dijo a periodistas.

Jibril dijo que informó a la conferencia por primera vez de una «hoja de ruta» para el futuro de Libia, incluyendo la redacción de una Constitución y un llamado a elecciones parlamentarias.

En Libia, en tanto, aviones de la OTAN bombardearon hoy posiciones del Ejército libio cerca de Zintan, una ciudad del extremo oeste del país que está en manos rebeldes, informó un combatiente insurgente, Abdulrahman, citado por la cadena BBC.

Más temprano, el mismo vocero rebelde dijo que las tropas libias habían arrojado unos 50 cohetes contra Zintan, ubicada al sudoeste de Trípoli, la capital del país.

La agencia de noticias tunecina TAP, por su parte, informó de violentos combates rebeldes y tropas libias en la localidad libia de Ghezaya, a 10 kilómetros de la frontera con Túnez, que dejaron una cifra no determinada de muertos y heridos.

Ghezaya se ubica entre el puesto fronterizo de Dehiba-Wazzen, que está controlado por insurgentes libios, y la localidad de Nalut, cuyo control se disputan rebeldes y gobierno.

Los insurgentes, que iniciaron su rebelión en febrero, al parecer esperaban una victoria rápida, pero las fuerzas del gobierno, mejor equipadas, detuvieron su avance hacia Trípoli desde Bengazi, de tal forma que el conflicto está estancado, incluso pese a los ataques aéreos de la OTAN en favor de los sublevados.

Italia, Qatar, Francia y Gambia son los únicos países que dieron reconocimiento diplomático a los rebeldes libios, y Frattini inauguró la conferencia de Roma con un pedido a otras naciones de hacer lo mismo.

En un hecho embarazoso para los rebeldes, uno de sus voceros dijo hoy que Dinamarca, España y los Países Bajos los habían reconocido, pero los representantes de estos países lo negaron.

En tanto, el Reino Unido anunció hoy que expulsó a dos diplomáticos libios más de Londres porque sus actividades eran contrarias a los intereses británicos. El domingo, el embajador libio tuvo que irse después de que el Gobierno británico dijera que su embajada en Trípoli había sido atacada.

Al ataque a la misión británica le siguió el ataque aéreo de la OTAN a la residencia de Kaddafi en Trípoli que el gobierno libio dijo que había matado al hijo menor del líder libio y a tres de sus nietos. Kaddafi no fue visto desde entonces, pero la CIA dijo esta semana creer que está vivo.

Rusia y China, entre otros países, dicen que la OTAN abusa del mandato de la ONU que autorizó ataques en Libia «para proteger a los civiles» de eventuales ofensivas del gobierno, y que está tomando partido por uno de los dos bandos de una guerra civil.

Rusia ya advirtió que no es tarea de la OTAN derrocar a Kaddafi, pese a que el Kremlin considera que el líder debería renunciar.