A un día de tener que abandonar la presidencia, Donald Trump dio un mensaje a la nación: no está acabado. En un discurso de despedida que difundió el martes 19/01 la Casa Blanca, el presidente número 45 de Estados Unidos afirmó: «Mientras me preparo para entregar el poder a una nueva Administración el miércoles al mediodía, quiero que sepan que el movimiento que comenzamos solo acaba de empezar».
El presidente Trump todavía no ha aclarado si se presentará a las elecciones presidenciales de 2024, aunque es una opción que sus colaboradores han hecho circular estas pasadas semanas. De momento, se retirará a Florida, donde reside ahora oficialmente. El Senado aún tiene pendiente el juicio político del «impeachment», que comenzará en días venideros.
Antes de abandonar el cargo, el presidente volvió a condenar el saqueo del Capitolio del 6 de enero, en el que murieron cinco personas. «Todos los estadounidenses están horrorizados por el asalto a nuestro Capitolio. La violencia política es un ataque a todo lo que valoramos. Nunca se puede tolerar», dijo en su vídeo. Momentos antes, el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, le acusó de haber «provocado» aquella insurrección con sus denuncias de fraude.
Trump quiere dejar claro que no guarda rencores, a pesar de sus inacabables denuncias de fraude, que no ha aceptado ni una sola corte de justicia. En su discurso, Trump dice: «Esta semana damos la bienvenida a una nueva Administración y rezamos por su éxito en mantener a EE.UU. seguro y próspero».
Reivindica su legado
En su último discurso, el presidente Trump reivindica el populismo con el que llegó, brazo en alto, a la Casa Blanca. «Logramos todo lo que nos propusimos, y mucho más. Sobre todo, hemos reafirmado la idea sagrada de que en EE.UU. el gobierno responde al pueblo. Restauramos la idea de que en EE.UU. nadie cae en el olvido, porque todos importan y todos tienen voz. Asumí las batallas más difíciles, peleé muy duro, tomé las decisiones más complicadas, porque para eso me eligieron».
Después, el presidente hace repaso de lo que considera sus mayores logros. «Nuestra agenda no era de derechas o izquierdas, de republicanos o demócratas, sino de trabajar por el bien de una nación, y eso quiere decir toda la nación», dice.
En política exterior, Trump se enorgullece especialmente de plantarle cara a China por sus abusos comerciales. Según dice: «Restauramos la fuerza estadounidense en casa y nuestro liderazgo en el extranjero. Construimos la mayor economía de la historia del mundo. Revitalizamos nuestras alianzas y unimos a las naciones del mundo para enfrentarse a China como nunca antes».
También se presenta Trump como un pacifista. «Como resultado de nuestra diplomacia audaz y realista, logramos una serie de acuerdos de paz históricos en Oriente Próximo. Es el amanecer de un nuevo Oriente Próximo y estamos devolviendo por ello a nuestros soldados a casa. Estoy especialmente orgulloso de ser el primer presidente en décadas que no ha iniciado nuevas guerras».
Trump se fue de la Casa Blanca en la mañana del miércoles, sin darle el relevo personalmente a su sucesor en el cargo.