La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par francés, Nicolás Sarkozy, coincidieron en trabajar en conjunto respecto del rol de los capitales especulativos en la comercialización de materias primas y acordaron plantear esta cuestión en la próxima reunión del G-20. La Presidenta «subrayó la necesidad de volcar más recursos a la economía real y evitar la especulación» en los mercados, aunque advirtió que «estas políticas, para que sean eficientes, deben ir acompañadas de una acción coordinada contra los paraísos fiscales», según contó a la prensa el canciller Héctor Timerman, quien también estuvo presente en la reunión.
Ante este punto, de acuerdo a lo manifestado por el jefe de la diplomacia argentina, «Sarkozy apoyó la medida y también será debatida en el G-20».
El encuentro entre ambos mandatarios, que se desarrolló este miércoles por espacio de 50 minutos en el jardín de la sede presidencial francesa, se enmarcó en el tercer y último día de visita oficial de Cristina a París.
El titular del Palacio San Martín contó que el mandatario galo consideró que ese «será un importante tema para la reunión del G-20 en Cannes», en referencia a la próxima cumbre de jefes de Estado del Grupo.
En ese sentido, Timerman dijo que Sarkozy le dijo a Cristina que «hemos realizado un muy buen trabajo conjunto con el tema de las materias primas. Compartimos la preocupación argentina sobre los capitales especulativos en materias primas. El problema está en la especulación y no en los precios».
Cristina llegó al Palacio Elíseo minutos antes de las 12 (cinco horas menos en Argentina) y fue recibida por la guardia de honor de la sede gubernamental, mientras que en el acceso al edificio la esperaba Sarkozky.
Tras los saludos y la toma de fotografías, ambos mandatarios se trasladaron hasta el jardín del lugar, donde se realizó la audiencia de la que también participaron, además de Timerman, el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, el embajador argentino en Francia, Aldo Ferrer; y el subsecretario de Medios y vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro.
El presidente francés, por su parte, estuvo acompañado por los consejeros de su gobierno Henry Guaino, Jean-David Levitte y Damien Loras, y el embajador de Francia en Buenos Aires, Jean Pierre Asvazadourian.
«Buena parte de la conversación giró en torno a la situación económica europea, sobre el trabajo que está haciendo Francia y Alemania en encontrar una salida a la crisis, la situación del euro», indicó Timerman en su contacto con la prensa en el hotel donde se hospedó Cristina, al tiempo que aclaró que el tema de la deuda con el Club de París «no se mencionó».
Scoccimarro, quien también contó detalles del encuentro entre los mandatarios, dijo que Sarkozy le pidió Cristina: «Quiero escucharte sobre la experiencia que ha tenido Argentina en el crecimiento de la economía».
La respuesta de la Presidenta, señaló Timerman, fue que «creía en facilitarle a la gente recursos para que la economía siga moviéndose, siga creciendo, y que eso no se lograba con ajustes, eso se lograba volcando recursos a la economía y eso es lo que ella cree que debería hacerse».
En ese marco, según contaron ambos funcionarios, Nicolas Sarkozy «consideró a Cristina una líder política de América latina» y «alabó el crecimiento económico de la Argentina», al tiempo que también subrayó «el compromiso de Argentina con el G-20 y su liderazgo en el G-77 más China».
De acuerdo a la reconstrucción del encuentro realizada por Timerman y el vocero presidencial, en otro tramo de la audiencia Sarkozy «recordó elogiosamente la gestión de Néstor Kirchner», dijo que la muerte del ex presidente «había sido un golpe» y que le produjo «conmoción».
Finalmente, el titular del Palacio San Martín afirmó que entre Argentina y Francia hay «una relación estratégica que fue construida durante todos estos años, especialmente desde la creación del G-20» y concluyó que es un vínculo «que podemos calificar hoy en día como muy buena».
Tras la cumbre en el Elíseo, la Presidenta se trasladó a la sede parisina de la Unesco para participar de la entrega del premio que el organismo le otorgó a las Abuelas de Plaza de Mayo y por la noche emprendió regresó a Buenos Aires acompañada por Carlos Zannini y su hija Florencia.