Un jurado en Delaware declaró culpable al hijo de Joe Biden, Hunter, por tres delitos relacionados con posesión de armas, al ocultar en la compra su adición a las drogas. Los cargos, todos a nivel federal, acarrean una pena máxima de 10 años de prisión y de USD 750.000.

Hunter Biden, segundo desde la izquierda, observa cómo los miembros del jurado abandonan la sala del tribunal para deliberar en Wilmington, Delaware, el 11 de junio. (Bill Hennessy)
Su juicio tiene lugar cuando su padre busca la reelección y menos de dos semanas después de la sentencia de culpabilidad por cargos de fraude empresarial contra Donald Trump, el probable candidato presidencial republicano en noviembre.
Hunter Biden no declaró durante la semana que duró el juicio celebrado en Wilmington (Delaware), su ciudad natal.
El proceso, junto con otro caso en el que Hunter se enfrenta a cargos de evasión fiscal en California, complica los esfuerzos de los demócratas por mantener el foco en Trump, el primer expresidente en ser declarado culpable de delitos penales.
La primera dama, Jill Biden, asistió al juicio varios días. El presidente no se presentó pero dijo que él y su esposa estaban «orgullosos» de su hijo.
«Como presidente no hago ni haré comentarios sobre casos federales pendientes, pero como padre, tengo un amor ilimitado por mi hijo, confianza en él y respeto por su fortaleza», dijo Biden en un comunicado.
Además de ser una distracción política, los problemas legales de Hunter Biden han reabierto viejas heridas familiares, derivadas de sus problemas con las drogas.
Su hermano Beau murió de cáncer en 2015 y su hermana Naomi falleció cuando era niña, en 1972, en un accidente automovilístico en el que también murió su madre, Neilia, la primera esposa del presidente y madre de los tres.
El abogado de 54 años, formado en Yale y lobista convertido en artista está acusado de declarar falsamente que no estaba consumiendo drogas ilegales al comprar un revólver calibre 38 en 2018.