Incertidumbre mundial ante la muerte de Kim Jong-il

El líder de Corea del Norte, Kim Jong-il, que manejó el país socialista asiático con puño de hierro durante más de dos décadas, murió a los 69 años, informaron medios oficiales norcoreanos, que anunciaron la inmediata designación de su tercer hijo como líder supremo del país. La muerte de Kim, derivada de un derrame cerebral, sucedió el pasado sábado en la madrugada durante un viaje en tren, pero recién se dio a conocer el lunes.

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Lo sucederá su hijo Kim Jong-un, según precisó un escueto comunicado del gobierno reproducido por la agencia de noticias oficial norcoreana, KCNA.

La Comisión Funeraria Estatal informó que los funerales del líder cuyos restos reposarán en el Palacio Memorial Kumsusan, serán el 28 de diciembre, y que al día siguiente se realizará un acto central de condolencias en la capital, Pyongyang.

Ese día, se dispararán salvas en su honor en todas las capitales provinciales de la República Popular Democrática de Corea y todos los habitantes del país guardarán tres minutos de silencio, mientras las locomotoras y embarcaciones tocarán sirenas simultáneamente.

La agencia oficial aseguró que todos los norcoreanos «sufren un dolor indescriptible al haber recibido la triste noticia de la muerte del camarada», dolor que dará «fuerza y coraje para superar las actuales dificultades y trabajar más duro por la victoria».

Paralelamente, la televisión pública difundió todo el día imágenes de norcoreanos consternados por la muerte de su líder y golpeándose el pecho para expresar su dolor, imágenes acompañadas por una solemne música funeraria.

El fallecimiento sacudió el tablero diplomático internacional y pocas horas después el gobierno de Corea del Sur advirtió que la salida de escena del mandatario norcoreano incrementará la incertidumbre a corto plazo y recordó que el país está «completamente preparado» y mantendrá la calma ante «lo que pueda suceder» en la nación vecina.

«Es difícil decir con exactitud qué va a suceder y cuáles van a ser sus efectos, pero debemos estar completamente preparados ante lo que pueda suceder en Corea del Norte», explicó el ministro de Finanzas surcoreano, Bahk Jae Wan.

Por su parte, el gobierno alemán de la canciller Angela Merkel instó hoy a Pyongyang a «aprovechar las oportunidades que se le abren» con la muerte de su máximo líder para llevar a cabo reformas «significativas» que permitan una apertura del país.

«Será un importante cambio de dirección en Corea del Norte que será relevante para la estabilidad toda la región», subrayó el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, de visita oficial en Londres.

El diplomático alemán arriesgó, además, que el deceso de Kim representa «una oportunidad» para el país. «Esperamos de corazón que se aproveche esta oportunidad que se le ofrece a la gente de Corea del Norte», comentó.

El pueblo norcoreano «está sufriendo con esa dictadura», agregó, y «necesita más bienestar y nuevos impulsos para el proceso de paz».

Kim Jong-il, un personaje que se distinguía por una pronunciada melena un poco pasada de moda, zapatos con tacos dobles para disimular su baja estatura, y cierta debilidad por la buena mesa, va a ser recordado, al igual que su padre Kim Il Sung, por gobernar a su país con un régimen estalinista.

Un comunicado conjunto del Comité Central y la Comisión Central Militar del partido único, la Comisión Nacional de Defensa, el Presídium de la Asamblea Suprema del Pueblo y el Gobierno, señala que ahora la «revolución coreana» está liderada por el hijo menor del fallecido líder, Kim Jong Un.

Kim Jong Un es «el gran sucesor de la causa revolucionaria del Juche y del destacado líder de nuestro partido, nuestro Ejército y nuestro pueblo», señala el comunicado.

«Todos los miembros del partido, los militares y el pueblo deben seguir fielmente el liderazgo del camarada Kim Jong Un y proteger, así como fortalecer aún más, el frente unido del partido, el Ejército y el pueblo», añade el texto.

El joven estaba en el centro de las especulaciones sobre la sucesión de su progenitor desde su ascenso a general de cuatro estrellas en septiembre de 2010, y su posterior inclusión en la cúpula de poder quedó claro que su padre prácticamente lo había declarado su «príncipe heredero».

Como telón de fondo de estos acontecimientos, las fuerzas de combate norcoreanas dispararon un misil de corto alcance en el este del país, en el marco de nuevas pruebas realizadas el mismo día en que se conoció la muerte del máximo líder norcoreano, según aseguró hoy la agencia de noticias surcoreana Yonhap citando al gobierno de Seúl.